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El impacto de las tensiones Israel-Irán en la economía mundial

El ataque de Israel a Irán sacudió los mercados, ante el temor de que pueda interrumpirse el suministro de petróleo.¿Cómo han reaccionado los mercados al ataque israelí?

Las repercusiones económicas del ataque de Israel a Irán no se han hecho esperar. Los precios del petróleo se dispararon y los inversores pasaron a refugiarse en activos seguros, como bonos del Estado y el oro.

Los futuros del crudo subieron hasta un 13 por ciento, lo que indica que los operadores consideran que el ataque de Israel no es algo puntual. El índice de referencia mundial del precio del petróleo, el Brent, subió más de un 10 por ciento, hasta alcanzar los 75,15 dólares por barril, su precio más elevado en casi cinco meses.

Las bolsas asiáticas y europeas cerraron a la baja. Los futuros del S&P 500 y el Nasdaq cayeron casi un 1,5 por ciento. Y los mercados estadounidenses también abrieron con caídas.

Mientras que el sector de los viajes y el ocio se ha visto muy afectado, las acciones del sector energético repuntaron. También las de los gigantes de defensa, como Lockheed Martin, Rheinmetall y BAE, que subieron entre un 2 y un 3 por ciento.

"Los efectos del ataque se han extendido por los mercados mundiales, con un fuerte movimiento de aversión al riesgo en varios tipos de activos", comentan analistas de Deutsche Bank en una nota. Según ellos, los ataques han provocado "notable temor a una escalada y a un conflicto regional más amplio".

¿Cuál es el impacto económico inmediato?

Israel e Irán cerraron su espacio aéreo, junto con Irak y Jordania. Varias aerolíneas han cancelado sus vuelos a la región. La opción de desviar vuelos es una medida costosa, ya que aumenta la duración del viaje y los aviones necesitan combustible adicional.

Cuando Israel anunció un "estado de emergencia especial", el shekel israelí se depreció casi un 2 por ciento frente al dólar, lo que pareció provocar algunas compras motivadas por el pánico.

Las redes sociales mostraron imágenes de grandes multitudes en los supermercados y estantes vacíos de algunos alimentos. El medio de comunicación israelí Ynet aludió a la cadena de supermercados Carrefour, que informó de un aumento del 300 por ciento en la afluencia de clientes el viernes.

¿Cuál es la mayor amenaza económica ahora?

Una guerra total entre Israel e Irán podría perturbar los mercados energéticos y las rutas comerciales de la región, lo que tendría repercusiones a nivel mundial.

Oriente Medio es un importante foco petrolero a nivel mundial. Irán es el tercer mayor productor de la región, por detrás de Arabia Saudita e Irak. A pesar de las sanciones internacionales sobre sus exportaciones, Irán sigue suministrando cantidades significativas de crudo a China e India.

Amarpreet Singh, analista de Barclays, advierte en una nota que, en el peor de los casos, "el conflicto podría extenderse a otros productores clave de petróleo y gas de la región, así como al transporte marítimo".

Todas las miradas se centran ahora en el estrecho de Ormuz, una estrecha vía marítima entre Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Omán, que constituye un punto clave para el comercio mundial de petróleo. Si se cerrara, como Irán ha amenazado ya en varias ocasiones, los petroleros quedarían varados y los precios del crudo podrían dispararse aún más. El precio del petróleo afecta a los precios que pagan los consumidores por todo, desde el combustible hasta los alimentos.

¿Cómo podría afectar un conflicto prolongado a la economía mundial?

Las tensiones entre Israel e Irán se están intensificando en un momento de gran incertidumbre en los mercados financieros, impulsada por las cambiantes políticas arancelarias de Donald Trump.

Un conflicto prolongado entre Israel e Irán podría agravar las actuales presiones en el mercado mundial. Según un análisis de 2019 realizado por FXStreet, cada aumento del 10 por ciento en el precio del petróleo añade alrededor de un 0,4 por ciento a los precios al consumo durante el año siguiente.

Un conflicto en varios frentes en el que participen grupos respaldados por Irán, como Hezbolá en el Líbano o los hutíes en Yemen, podría paralizar el transporte marítimo y el turismo.

Se prevé que los precios del transporte marítimo se disparen, reflejando aumentos similares a los observados cuando los hutíes comenzaron a atacar buques comerciales en el mar Rojo a finales de 2023, otro punto crítico para el comercio mundial.

Una interrupción del suministro regional de gas o de las exportaciones de gas natural licuado del Golfo, añadiría presión a los mercados energéticos europeos y asiáticos.

La economía de Israel ya se encuentra bajo presión por el conflicto de Gaza y, según el economista israelí Yacov Sheinin, una guerra más extensa con Irán podría elevar los costes hasta los 120.000 millones de dólares, es decir, el 20 por ciento del PIB.

Por su parte, Irán sigue sumido en una crisis económica debido a las sanciones internacionales por su programa nuclear, que han limitado sus exportaciones de petróleo. El rial iraní sigue débil y la inflación se mantiene obstinadamente alta, en torno al 40 por ciento.

Los aranceles de Trump y una guerra prolongada en Oriente Medio aumentarían significativamente el riesgo de una recesión mundial.

(ms/rml)

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