Hasta la creación de su competidor europeo Airbus, el gigante estadounidense Boeing dominaba el mercado de aviones de pasajeros. Pero esto ha cambiado.Los viajes en avión son considerados la forma más segura de cubrir largas distancias. Estadísticamente, el trayecto hasta el aeropuerto es más peligroso que volar en sí. Estadísticamente.
Pero, cuando un avión se estrella, como ocurrió esta semana con el vuelo 171 de Air India, no se puede mirar solo a las estadísticas. 269 personas murieron, incluyendo 241 de los 242 ocupantes del avión. Perdieron la vida en el primer accidente de una aeronave Boeing 787-8.
El siniestro es terrible, pero las consecuencias también son significativas desde el punto de vista económico. Porque, además de la rentabilidad y la sostenibilidad ambiental, la seguridad operativa es el principal argumento de venta de un avión de pasajeros.
Airbus lleva la delantera
Durante décadas, el gigante estadounidense fue el principal proveedor de la aviación civil. Pero, en los últimos años, los negocios no han ido bien, registrando frecuentes pérdidas.
En 2024, Boeing registró una pérdida operativa de casi 11 mil millones de euros, con unas ventas de 66,5 mil millones de dólares, lo que equivale a 57,8 mil millones de euros, y alrededor de 170.000 empleados.
En ese momento, el fabricante europeo Airbusya había superado a los estadounidenses en el segmento de aviones de pasajeros. Airbus, con sede en Leiden, Países Bajos, registró en ese período un beneficio operativo de alrededor de 5 mil millones de euros, con un volumen de negocios anual de 69,2 mil millones de euros y unos 160.000 empleados.
Los números de entregas de aviones de pasajeros también hablan claro: los europeos lideran y están ampliando su ventaja. Sin embargo, las cifras de producción y venta de aeronaves para la aviación civil solo son parcialmente relevantes. Ambos gigantes también están involucrados en la industria espacial y son fabricantes de armamento, lo que hace que una comparación general sea difícil.
Desgracias y fallos
El accidente del avión de Air India supone tan solo el último triste capítulo en la estadística de Boeing. En los últimos años, los estadounidenses han tropezado con varios problemas, enfrentando fallos tras fallos y recibiendo constantes golpes, como el reciente accidente en India.
El mejor ejemplo de esta desafortunada tendencia, especialmente en comparación con Airbus, es el manejo de su aeronave más grande: el A380 de Airbus, el avión de pasajeros más grande del mundo. Para operar esta gigantesca máquina, los aeropuertos debieron adaptar su infraestructura, ya que las terminales no eran lo suficientemente amplias.
Cuando quedó claro que muchas aerolíneas consideraban el A380 demasiado grande, Airbus detuvo su producción en 2021. El avión era muy costoso de mantener debido a sus dos motores adicionales. Además, las aeronaves con tanta capacidad de asientos (entre 500 y 850 en el A380) son difíciles de llenar y, por lo tanto, no siempre son viables económicamente.
Del Dreamliner al avión pesadilla
El caso fue diferente con Boeing. Después de suspender la producción del legendario Jumbo-Jet 747 porque el modelo ya no estaba actualizado, Boeing intentó reaccionar al A380 de Airbus y ofrecer su propio avión de largo alcance.
Para esto, la empresa desarrolló el 787, conocido como "Dreamliner". Sin embargo, en lugar de convertirse en un avión de ensueño (Dreamliner), la nueva aeronave resultó ser más bien una pesadilla. Con el Dreamliner, todo lo que podía salir mal, salió mal.
Mientras que Airbus retiraba casi silenciosamente el A380 de su oferta, el Dreamliner acaparaba titulares negativos para Boeing: hubo dificultades con los nuevos materiales y problemas de comunicación con los proveedores.
Además, se cancelaron múltiples vuelos de prueba, lo que llevó a incumplimientos de los plazos de entrega. Finalmente, hubo incluso prohibiciones de vuelo: en 2013, cuando ya se habían entregado los primeros modelos, ocurrieron dos incidentes independientes debido a problemas con las baterías, que causaron incendios en dos aviones.
¿Dónde está la competencia?
El fabricante brasileño Embraer se limita a aviones pequeños, y Bombardier, desde Montreal, ahora solo cubre el mercado de jets ejecutivos.
Uno de los mayores mercados aeronáuticos del mundo es China, y allí ha surgido también un fabricante que merece atención: la Corporación de Aeronaves Comerciales de China Ltd., conocida como Comac. La empresa fue fundada en 2008 en Shanghái, con el Gobierno chino entre los socios.
En 2015 se presentó el primer modelo del C919, el primer avión de pasajeros bimotor construido completamente en China. Junto con el grupo ruso OAK, Comac tiene la intención de construir una versión de largo alcance, el C929, para 2028. Al menos hasta entonces, la competencia en el mercado de aviones civiles de gran capacidad seguirá dominada por los actores de EE.UU. y Europa.
(gg/ms)