Con motivo del conflicto entre Israel e Irán, la televisión estatal de Irán anunció que: “Esta noche ocurrirá una gran sorpresa que el mundo recordará durante siglos”, mensaje que provocó incertidumbre en varios puntos del mundo.
Asimismo, el mensaje ocurre después de que el Ejército de Israel anunciará que terminó con la vida de Alí Shadmani, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, quien apenas había asumido ese cargo el 13 de junio tras la muerte del comandante Gholamali Rashid, también en una operación militar israelí.
El mensaje de la televisora provocó dudas en el mundo, respecto a por qué esperan la noche para empezar con el ataque. Ese momento ofrece ventajas técnicas y estratégicas, no es algo nuevo que se sepa, pues en innumerables conflictos se espera el cobijo de la noche para atacar, pero que actualmente tiene más peso por el tipo de tecnología y objetivos.
Ventaja táctica al tener menos visibilidad
Por la noche es más difícil detectar los movimientos del enemigo, aunque existen radares y sensores infrarrojos, es más complicado ver y anticipar un ataque cuando ocurre en plena oscuridad y eso da ventaja al atacante.
Evitar defensas antiaéreas
Las defensas antimisiles tienen mejor desempeño cuando hay buena visibilidad. Un ataque nocturno reduce la capacidad de respuesta rápida, más si el sistema depende de operadores humanos que reaccionen en segundos.
Aprovechar tecnología avanzada
Entre los ejércitos más poderosos, entre ellos los de Israel, Estados Unidos, Irán, Rusia, tienen sistemas de visión nocturna, drones, satélites y misiles de precisión guiada, los cuáles pueden atacar con exactitud en la oscuridad, lo cual el enemigo no siempre puede hacer.
Golpear cuando el enemigo duerme
De noche es más probable que las tropas, gobiernos, así como los civiles, estén desprevenidos porque es habitualmente la hora del descanso; pero atacar cuando el Sol se ocultó es una forma de desorganizar al otro bando y causar más caos en las primeros instantes del ataque.
Impacto psicológico
Una explosión o ataque mientras las tropas o población está dormida, tiene un efecto más contundente: miedo, confusión y pánico. También dificulta la evacuación, rescate y comunicaciones. Es brutal, pero efectivo.
Control narrativo
Muchas veces los ataques nocturnos permiten controlar mejor la narrativa informativa: el gobierno o ejército que ataca da el primer anuncio por la mañana, mientras los medios, el público y el enemigo apenas están procesando lo que pasó.
