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Alemania y el histórico acuerdo en el conflicto Hohenzollern

Tras décadas de disputa, el Estado alemán llega a un acuerdo con la dinastía Hohenzollern. Miles de obras de arte permanecerán en el dominio público.En Alemania, un litigio de casi 100 años llega a su fin. Se trata de un momento histórico, ya que aclara la propiedad de miles de obras de arte.

La familia aristocrática alemana Hohenzollern, a la que también perteneció el último emperador alemán Guillermo II, llevaba décadas reclamando ante tribunales diversos objetos en museos alemanes. También exigía indemnizaciones millonarias por palacios e inventarios expropiados.

En 2023, Georg Friedrich, príncipe de Prusia y tataranieto del último emperador alemán, retiró las demandas de indemnización y aceptó entablar negociaciones extrajudiciales.

El arte permanecerá en los museos

El gobierno federal y los estados federados de Berlín y Brandeburgo acordaron con la familia Hohenzollern crear la Fundación de Arte Hohenzollern. Esta institución sin ánimo de lucro se encargará de administrar las obras de arte y los bienes culturales recuperados de la dinastía.

Según el secretario de Estado de Cultura, Wolfram Weimer, el público es el gran beneficiado, porque podrá seguir visitando las colecciones en los museos, por ejemplo, unos 3.000 objetos de la Fundación de Palacios y Jardines Prusianos de Berlín-Brandemburgo, la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano y el Museo Histórico Alemán.

La nueva fundación también gestiona el inventario de unos 70 palacios, villas y otras propiedades en Berlín y Potsdam, que fueron propiedad de la familia Hohenzollern o estuvieron en su uso hasta 1945. Algunos de estos objetos ya habían sido confiscados en 1918, tras el fin de la monarquía alemana.

La expropiación

Tras la derrota germana en la Segunda Guerra Mundial, las tropas soviéticas conquistaron los territorios al este del río Elba, donde se encontraba la mayoría de las propiedades de la familia Hohenzollern. En 1945, todas las casas de la aristocracia en la zona de ocupación soviética fueron expropiadas sin indemnización.

Cuatro décadas después, con la reunificación alemana, muchos antiguos palacios y fincas de la dinastía fueron transferidos a la República Federal de Alemania. Sin embargo, el Tratado de Unificación de 1990 establecía que la reforma agraria de 1945 no se revertiría. Así que los Hohenzollern tuvieron que dar por perdidas sus antiguas propiedades en el este.

Unos 30 años después, los herederos del último monarca exigieron al Estado alemán indemnizaciones millonarias y la restitución de bienes culturales.

¿Fueron "cómplices" de los nazis?

La pregunta sobre si los miembros de la familia Hohenzollern apoyaron a los nacionalsocialistas, que gobernaron Alemania entre 1933 y 1945, jugó un papel central en el litigio sobre las indemnizaciones.

La llamada Ley de Indemnización de 1994 establece que cualquiera que haya "ayudado significativamente" a Adolf Hitler y los nazis no tiene derecho a indemnización.

Documentos históricos demuestran la cercanía de Guillermo de Prusia con Hitler y otros líderes nazis. Sin embargo, Guillermo esperó en vano que los nacionalsocialistas lo coronasen nuevo emperador. Hoy en día, los historiadores siguen debatiendo el papel de Guillermo durante el régimen nazi.

Cercano a Hitler

En sus biografías, por ejemplo, los historiadores Lothar Machtan y Stephan Malinowski describen al príncipe heredero como un antidemócrata radical que admiraba a Mussolini y buscaba la proximidad con Hitler.

En las elecciones presidenciales de 1932, habría abogado claramente por la elección de Hitler y demostrado públicamente su solidaridad con las nuevas élites.

En cambio, exertos como el historiador Frank-Lothar Kroll hablan de una "implicación más bien marginal" de Guillermo con los nazis: puede que se ganara el favor de Hitler, pero no compartía su ideología totalitaria.

(vt/rr)

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