En medio de las tensiones, el lunes 23 de junio se reportó un ataque con misiles de Irán contra bases militares de Estados Unidos (EE. UU.) en Irak y Qatar. Los videos de la ofensiva ya circulan en redes sociales.
En respuesta a los recientes ataques del gobierno de Donald Trump, la República Islámica de Irán lanzó seis misiles balísticos contra bases militares estadounidenses como parte de la operación denominada “Bendición de Fatah”.
Irán ataca a EE. UU. en represalia por bombardeo en sus instalaciones nucleares
La agencia de noticias internacional Europa Press informó que las autoridades iraníes anunciaron el inicio de estos ataques como represalia por el bombardeo lanzado el domingo sobre instalaciones nucleares iraníes.
El ataque principal fue dirigido contra la base aérea Al Udeid, en Doha, Qatar, construida en 1996 y sede del Mando Central de Estados Unidos. Es la base más grande en términos de personal en la región, con unos 10,000 elementos.
Qatar responde ante ataques de Irán en su territorio
Aunque no han trascendido detalles, el ataque ha provocado explosiones que se pudieron escuchar en la capital qatarí, según Al Yazira. Irán había prometido atacar las bases estadounidenses y al personal militar en Oriente Próximo después de que Washington bombardeara su terrirotio.
Tras el ataque de Irán a las bases militares estadounindenses en Doha, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majed al-Ansari, afirmó que el ataque contra Al-Udeid es una “violación de la soberanía y el espacio aéreo de Qatar y de la Carta de las Naciones Unidas”.
Además aseguró que el gobierno qatarí se reservará su derecho a responder directamente a la flagrante agresión, de acuerdo con el derecho internacional, asegurando que la defensa aérea qataríe frustró el ataque y se enfrentaron con éxito a los misiles iraníes.
Ante esta situación, las autoridades de Qatar decidieron cerrar su espacio aéreo para controlar posibles amenazas adicionales.
Por su parte, la marina iraní bloqueó estratégicamente las vías marítimas de acceso al país, mientras que los submarinos estadounidenses se mantienen vigilando de cerca cualquier movimiento en la zona.