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Pies colosales de un soldado romano salen a la luz tras 2.000 años enterrados en el barro

En una antigua trampa diseñada para incapacitar invasores, el tiempo ha conservado un tesoro inesperado: un colosal zapato romano talla 48 que revela secretos de la vida en las fronteras imperiales.Cuando los arqueólogos comenzaron a excavar las zanjas defensivas del fuerte romano de Magna, en el norte de Inglaterra, probablemente esperaban encontrar lanzas, cascos o algunas monedas antiguas. Lo que no podían imaginar era descubrir un gigantesco zapato de cuero, casi intacto después de 2.000 años, cuyo extraordinario tamaño desconcertaría a cualquier fabricante de calzado moderno.

La sorprendente pieza arqueológica apareció en el fondo de una trampa militar romana conocida como "rompe-tobillos": una zanja estrecha y profunda deliberadamente oculta bajo agua y barro.

Rachel Frame, la arqueóloga jefa del Proyecto Magna, explica que estas estructuras eran características comunes en los fuertes romanos de Gran Bretaña, diseñadas como trampas defensivas ingeniosas. Un soldado atacante que no prestara suficiente atención pisaría la zanja, se rompería el tobillo y quedaría inmediatamente incapacitado; una estrategia militar simple pero devastadoramente efectiva para proteger la frontera.

Un gigante entre los romanos

El zapato, que inmediatamente causó asombro entre todo el equipo de voluntarios, mide nada menos que 32 centímetros de largo, equivalentes en términos modernos a una talla 48 europea, 13 del Reino Unido o 14 de Estados Unidos, según detalla un blog del Museo del Ejército Romano.

"Estaba intacto de la punta al talón y provocó inmediatamente la admiración de los voluntarios y del personal", escribió Frame, describiendo el momento en que su equipo descubrió el colosal calzado.

El hallazgo no es solo una curiosidad por su impresionante talla. Su excelente conservación, gracias a las condiciones anaeróbicas del barro húmedo, permite conocer detalles precisos sobre las técnicas artesanales del calzado romano: varias capas de cuero unidas mediante correas, costuras y clavos metálicos que daban estabilidad en terrenos difíciles, según detallan los investigadores.

Pero ¿quién podría haber usado semejante zapato? La identidad de su imponente propietario permanece, por ahora, envuelta en el misterio. Los registros arqueológicos de Magna –conocido en la antigüedad como Carvoran– revelan, según detalla IFL Science, que por este estratégico enclave fronterizo desfilaron diversas unidades militares del Imperio, desde los expertos arqueros sirios hasta la formidable infantería dálmata, tal como atestiguan las inscripciones descubiertas en el propio fuerte.

Magna: historia y estrategia militar en la Muralla de Adriano

Magna, construido alrededor del año 80 d.C., cobró relevancia tras la construcción de la famosa Muralla de Adriano, en el año 122 d.C. Esta línea defensiva marcaba el límite septentrional del Imperio Romano y protegía a sus habitantes de las incursiones de tribus procedentes del actual territorio escocés. Magna se encontraba estratégicamente ubicado en la intersección de importantes calzadas romanas, convirtiéndolo en un sitio clave tanto militar como civil.

Pero los arqueólogos no solo han descubierto botas de soldados en las zanjas del fuerte. El equipo ha descubierto un peine de madera de púas finas que muestra un alto nivel de artesanía y, más intrigante aún, una paleta de maquillaje de mármol que habría sido utilizada para mezclar pigmentos secos con grasa o aceite para formar una pasta para cosméticos. Estos hallazgos nos recuerdan que Magna no era solo una instalación militar, sino una comunidad donde la vida cotidiana continuaba en los confines del imperio.

Además, el equipo arqueológico ni siquiera ha comenzado a excavar dentro del propio fuerte; todos estos descubrimientos han surgido de las trincheras defensivas exteriores. "Esto es realmente prometedor para nuestras futuras excavaciones", dijo Frame en un video de YouTube, ya que planean ampliar su excavación para buscar edificios de madera dentro del fuerte.

Como ocurre con muchas excavaciones arqueológicas en Europa, el equipo de Magna se enfrenta a una carrera contra el tiempo. Según informa ZME Science, el cambio climático amenaza la preservación de materiales orgánicos que durante siglos han permanecido intactos gracias al barro húmedo y sin oxígeno. Cuando el suelo se seca, estos materiales empiezan a desintegrarse rápidamente.

Los hallazgos, incluido este colosal calzado, pasarán ahora a manos de un especialista en cuero antiguo. Este experto intentará descifrar quién pudo ser el portador del gigantesco zapato y, más importante aún, aportar nuevos datos sobre la vida cotidiana de quienes habitaron y defendieron Magna durante la ocupación romana de Britania.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información del Museo del Ejército Romano, IFL Science y ZME Science.

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