Un violento episodio sacudió la tranquilidad de Playa Caracol, en la colonia Pénjamo, Paraíso, Tabasco, la noche del sábado, cuando un grupo de al menos siete hombres armados irrumpió en una vivienda donde un grupo de bañistas disfrutaba de un fin de semana. Los agresores sometieron a las víctimas, a quienes secuestraron durante seis horas, robándoles pertenencias y agrediendo sexualmente a las mujeres presentes.
Bajo amenazas de muerte, los delincuentes despojaron a las víctimas de carteras, dinero en efectivo, alhajas, computadoras, documentos personales y otros objetos de valor. Posteriormente, las trasladaron a la orilla de la playa, donde las obligaron a tirarse boca abajo sobre la arena. Utilizando las tarjetas bancarias robadas, los asaltantes realizaron transferencias y retiros hasta vaciar las cuentas de las víctimas.
La pesadilla culminó alrededor de las 05:00 horas del domingo, cuando las víctimas fueron liberadas. Los agresores huyeron en dos vehículos robados, uno de ellos un Nissan Versa azul marino con placas WTJ-3253 de Tabasco, abandonados más tarde en la ranchería Zaragoza.
Este no es un caso aislado
El 19 de abril de 2025, tres mujeres que vacacionaban en Playa Bruja, también en Paraíso, fueron víctimas de un asalto similar que incluyó secuestro y abuso sexual. La ausencia de detenidos en ambos casos ha intensificado las críticas hacia las autoridades, que han mantenido hermetismo sobre las investigaciones.
La Fiscalía General de Justicia de Tabasco confirmó que ya inició las indagatorias, pero no ha proporcionado detalles adicionales, lo que genera incertidumbre entre la población y las víctimas.
Organizaciones y ciudadanos exigen justicia, mayor seguridad en las zonas turísticas y transparencia en las investigaciones. La reiteración de estos crímenes evidencia una preocupante vulnerabilidad en las playas de Paraíso, un destino frecuentado por turistas.