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Diplomacia con Trump en cumbre de la OTAN: adular y callar

¿Adulación y halagos como clave del éxito? Trump no es el único que ha salido victorioso de la cumbre de la OTAN. El político neerlandés Mark Rutte, secretario general de la alianza de defensa, también triunfó."Mr. Presidente, querido Donald, felicitaciones, y gracias por su acción decisiva en Irán, fue algo verdaderamente extraordinario, y algo que nadie más se atrevió a hacer. Hace que todos estemos más seguros. Esta noche, usted vuela hacia otro gran éxito en La Haya", escribió el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a Trump en un mensaje de texto antes del inicio de la cumbre.

Trump no dudó en hacer públicos esos elogios. Posteó el mensaje de Rutte en su red social Truth Social, y compartió también sus propias palabras de elogio a Rutte: "El día comienza en los hermosos Países Bajos. El Rey y la Reina [sic] son personas maravillosas y únicas; ¡nuestro desayuno de trabajo fue genial! Ahora nos dirigimos a las importantísimas reuniones de la OTAN. Estados Unidos estará muy bien representado allí".

Adulación y silencio

¿Es la adulación la clave para el éxito en el trato con Trump? El jefe de la OTAN, Mark Rutte, parece estar recurriendo a esta estrategia. Se abstuvo de criticar el bombardeo estadounidense de las instalaciones nucleares de Irán, que muchos expertos consideran una violación del derecho internacional.

Pero Mark Rutte no es el único que domina el arte de la diplomacia por medio de los halagos. También el canciller alemán, Friedrich Merz, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, así como el premier británico, Keir Starmer, cortejan regularmente al presidente de los Estados Unidos.

Trump, la "persona clave en el mundo”

Durante su visita a la Casa Blanca, a principios de junio, el canciller alemán, Friedrich Merz, elogió la amistad germano-estadounidense: "Les debemos mucho a los estadounidenses, y nunca lo olvidaremos”, declaró. Trump es la "persona clave en el mundo” para presionar a Rusia y poner fin a la guerra contra Ucrania.

Trump, por su parte, alabó a Merz por su plan de aumentar el gasto de defensa de Alemania. "Uno no podría haber deseado un mejor encuentro entre el presidente Trump y el canciller Merz”, comentó el asesor político estadounidense Nic Adams luego de la visita a la Casa Blanca en una entrevista televisiva.

"Hacer que Occidente vuelva a ser grande”

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, halagó tanto a Trump durante su visita a la Casa Blanca, a mediados de abril, que este se deshizo en elogios hacia la "fantástica política" italiana. Meloni ha "arrasado en Europa" y es muy respetada, afirmó Trump.

Meloni hizo una interpretación a su manera, durante su visita a Trump del 17 de abril, del significado histórico de las relaciones ítalo-estadounidenses. Según ella, Italia y Estados Unidos están enfrascados en "una lucha conjunta contra intentos woke de borrar nuestra historia” desde que Colón partió a través del Atlántico, el 17 de abril de 1492.

Meloni invitó a Trump a una visita a Italia y explicó que quiere "hacer que Occidente vuelva a ser grande”. La alusión al eslógan de Trump "Make America Great Again” le gustó al presidente estadounidense.

Una estrategia sin garantía de éxito

El premier británico, Keir Starmer, ya estuvo a finales de febrero en Washington. Dijo que Trump era un "amigo de Reino Unido” y le entregó personalmente una invitación oficial del rey Carlos.

Carlo Masala, experto en política militar y exterior, cree que esta adulación estratégica es correcta, pero sólo en combinación con confianza política.

"Desde que Trump está en el cargo, los europeos lo han presentado constantemente como un gran estadista con la visión correcta", explicó recientemente en una entrevista televisiva.

"Adular con autoestima europea" es una "estrategia adecuada". Sin embargo, no hay garantía de que esa estrategia tenga éxito.

Macron: firme crítica, pero con cortesía

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha empleado precisamente esta combinación. Durante su visita a Washington, en febrero, elogió la iniciativa de Trump para poner fin a la guerra en Ucrania. Pero cuando el presidente estadounidense afirmó que la ayuda financiera europea a Ucrania era un préstamo, lo corrigió cortésmente, pero con firmeza, frente a las cámaras.

Tobe Berkovitz, consultor político estadounidense de la Universidad de Boston, concluye que una mezcla de adulación y silencio funciona mejor para tratar con el presidente estadounidense que las críticas mordaces.

"El oxígeno de Trump es la publicidad"

"La estrategia de atacar a Trump fracasó en las elecciones de 2024. Está fracasando ahora", escribe en la plataforma política en línea The Hill.

"El oxígeno de Trump es la publicidad. Vive frente a las cámaras", dijo Berkovitz. Aconseja a sus críticos "no oponerse a todo lo que sale de la Casa Blanca". Trump usa esta caja de resonancia para demostrar que lucha por los votantes y contra el poder establecido.

El jefe de la OTAN, Rutte, aprovechó el afán de publicidad de Trump. "Donald, lograrás algo que NINGÚN presidente estadounidense ha logrado en décadas”, le escribió previamente a Trump. Al menos en teoría, su profecía se ha cumplido.

(cp/el)

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