La mayoría de los aliados de la OTAN prometieron aumentar el gasto en defensa y reafirmaron su compromiso “inquebrantable” con la defensa mutua. Pero persisten dudas sobre el papel de EE.UU.Desde la perspectiva de los aliados europeos de la OTAN, todo salió según lo previsto: una breve declaración de una página con cinco puntos, una bonita foto de grupo e incluso una cena con los reyes de los Países Bajos. En la cumbre de la OTAN en La Haya, el presidente de EE.UU., Donald Trump, también se mostró de buen humor.
Al hablar con la prensa, Trump se atribuyó el mérito de haber acabado con la guerra en Irán y de haber logrado que los aliados de la OTAN aumentaran su gasto en defensa hasta el 5 por ciento de sus respectivos PIB para 2035.
Elogió a los miembros europeos de la alianza por "el amor y la pasión que demostraron por sus países”, aunque también dijo que necesitaban a Estados Unidos. Calificó el nuevo compromiso como una "gran victoria para Europa y para la civilización occidental”.
¿Qué dice la declaración?
La declaración establece que los aliados destinarán un 5 por ciento de su PIB a defensa, dividido en dos partes.
Al menos un 3,5 por ciento se destinará a defensa "dura” —incluida la compra de armamento— y hasta un 1,5 por ciento a otras inversiones relacionadas con la defensa, como mejorar la movilidad militar y protegerse contra ciberataques. La trayectoria y el equilibrio de este gasto se revisarán dentro de cuatro años.
Sin embargo, no todos los miembros de la OTAN están plenamente comprometidos. El presidente Trump señaló a España por negarse a aumentar su gasto y advirtió que haría que el país pagara más a través del comercio.
España, Eslovaquia y Bélgica buscan desmarcarse
España es el país que menos gasta en defensa dentro de la OTAN, con menos del 1,3 por ciento, y solo recientemente accedió a cumplir con el objetivo del 2 por ciento fijado hace una década.
Observadores señalaron que la agitación política interna hacía casi imposible que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez aceptara el objetivo del 5 por ciento. Decenas de miles protestaron en Madrid la semana pasada luego de que un alto dirigente del partido socialista fuera acusado de corrupción, lo que llevó a la oposición a pedir la dimisión de Sánchez.
Este solicitó una exención a la OTAN y afirmó que España alcanzaría las capacidades militares exigidas por la alianza, pero que el 2 por ciento del PIB sería suficiente para ello.
Polonia, que lidera el gasto en defensa y ya ha anunciado planes para aumentarlo al 4,7 por ciento de su PIB este año, no se mostró conforme.
"Creemos que cualquier desviación de este principio por parte de un país miembro es un mal ejemplo”, dijo el ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz.
Y puede que tuviera razón. Eslovaquia no tardó en seguir los pasos de España y también rechazó el objetivo.
"La República Eslovaca tiene otras prioridades en los próximos años que no son el armamento”, publicó en X el primer ministro Robert Fico. "La República Eslovaca debe, al igual que España, reservarse el derecho soberano de decidir a qué ritmo y en qué estructura está preparada para aumentar su presupuesto.”
El ministro de Asuntos Exteriores belga, Maxime Prévot, declaró a la prensa local que su país "puede que no lo haya hecho con una declaración ruidosa como España, pero puedo asegurarles que desde hace semanas nuestros diplomáticos han estado trabajando arduamente para obtener mecanismos de flexibilidad que ayuden a aliviar el esfuerzo belga.”
¿Está comprometido Washington con el Artículo 5?
Pero incluso si la mayoría de los aliados alcanzan el objetivo del 5 %, persiste la incertidumbre sobre el compromiso de EE. UU. con la alianza.
De camino a la cumbre, el presidente Trump afirmó que existían "numerosas definiciones” del Artículo 5 —la cláusula de defensa mutua de la OTAN—. Sin embargo, tras su llegada, tranquilizó a los aliados diciendo que EE. UU. estaba con ellos "hasta el final”.
Aun así, fue necesario hacer control de daños. "Dejen de preocuparse”, dijo el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en la conferencia de prensa. "Estados Unidos está totalmente comprometido con la OTAN.”
En la declaración final de la cumbre, los aliados reafirmaron un compromiso "inquebrantable” con la defensa colectiva consagrada en el Artículo 5: "un ataque contra uno es un ataque contra todos”.
Kristine Berzina, directora ejecutiva del programa Geostrategy North del German Marshall Fund (GMF) en Washington DC, quien actualmente se encuentra en La Haya asistiendo a la cumbre, dijo a DW que, en cierto modo, el presidente Trump tenía razón. Pero que este no era precisamente el momento adecuado para debatir los matices de dicha cláusula.
Afirmó que, aunque cada miembro decide el grado de apoyo que presta a un aliado atacado, la única vez que se ha invocado el Artículo 5 fue tras los atentados del 11-S en Estados Unidos. "EE.UU. ha sido el beneficiario del Artículo 5, y eso es lo que el presidente Trump debería recordar”, señaló.
También hay preocupación de que, con el tiempo, EE.UU. reduzca su apoyo a la OTAN.
"Más adelante este año podemos esperar que EE.UU. consulte a sus aliados sobre su despliegue global de tropas, lo que probablemente implicará una menor presencia militar en Europa y luego ver cómo los europeos pueden llenar esos vacíos”, dijo a DW Rafael Loss, experto en políticas del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Pero añadió que la buena noticia era que EE.UU. no estaba "dejando todo el peso en los europeos de golpe”.
Berzina, del GMF, señaló que ya se está debatiendo cómo compensar a Europa por una reducción de tropas y recursos. "Es posible que EE.UU. despliegue más armas nucleares en países aliados como elemento disuasorio frente a adversarios.”
(gg/el)