El conflicto entre Israel e Irán es la última de una serie de crisis geopolíticas que han puesto en peligro el acceso a los combustibles fósiles. ¿Son las energías renovables una apuesta más segura?Aunque actualmente se mantiene un precario alto el fuego entre Irán e Israel, la escalada del conflicto entre ambas naciones en las últimas semanas ha vuelto a poner en el punto de mira la seguridad energética mundial.
En respuesta a los ataques estadounidenses contra sus instalaciones nucleares, Irán amenazó con cerrar el estrecho de Ormuz, una vía marítima vital para el suministro energético mundial.
Esta medida podría interrumpir el acceso a los combustibles fósiles de países de todo el mundo y provocar una subida vertiginosa de los precios de la energía. Aproximadamente el 20 % del gas natural licuado del mundo y casi el 27 % de su petróleo crudo pasan por esta estrecha vía marítima que conecta el golfo Pérsico con el golfo de Omán.
Muchos sostienen que abandonar los combustibles fósiles es crucial no solo para el clima, sino también para la seguridad energética, ya que las energías renovables autóctonas ofrecen una energía estable en medio de las tensiones geopolíticas.
¿Qué es la seguridad energética y por qué es importante?
La seguridad energética se refiere al acceso ininterrumpido a la energía a un precio asequible, según la Agencia Internacional de la Energía, un organismo intergubernamental autónomo.
La energía, elemento vital de las economías modernas, es fundamental para todo, desde la fabricación, el transporte y las comunicaciones, hasta la educación y la agricultura.
Por ello, las interrupciones en el suministro pueden paralizar las industrias, obstaculizar servicios esenciales como la sanidad e incluso comprometer la seguridad nacional al dificultar las operaciones militares.
¿Son las energías renovables más estables que los combustibles fósiles?
El último conflicto entre Irán e Israel pone de relieve la dependencia mundial de las importaciones de petróleo, de acuerdo al grupo de expertos en energía Ember, con sede en el Reino Unido.
Según su análisis de los datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el 79 % de la población mundial vive en países importadores de petróleo, y el 62 % obtiene todo su petróleo de otros países. Noventa países, entre ellos España, Corea del Sur, Alemania, Turquía y la India, dependen de las importaciones para cubrir más del 80 % de sus necesidades.
Las energías renovables, según los expertos, pueden ofrecer una alternativa estable y segura. Pueden generar energía dentro de las fronteras de un país o en países vecinos cercanos, al margen de la volatilidad de los precios o los riesgos geopolíticos. La diversificación de las opciones de suministro energético se considera una parte fundamental de un sistema energético resiliente.
"Cuantas más fuentes de energía propias tengamos, mejor", afirma Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, haciendo hincapié en la necesidad de garantizar el suministro energético "no de un solo país, ni de una sola ruta comercial, ni de una sola empresa".
"A medida que disminuye nuestra dependencia energética de los combustibles fósiles, aumenta nuestra seguridad energética. Esa es la lección que hemos aprendido en Europa", afirmó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en una cumbre sobre el futuro de la seguridad energética celebrada en abril de este año.
Von der Leyen sostuvo que, en respuesta a la crisis energética tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Europa había acelerado el "despliegue de energías renovables autóctonas", que ahora representan el 47 % de la matriz energética (también llamada mezcla energética o mix energético).
¿Conlleva sus propios riesgos la transición a las energías limpias?
En abril, un gran apagón en España y parte de Portugal puso en duda la estabilidad de energías renovables como la solar y la eólica, que dependen de condiciones meteorológicas específicas.
Sin embargo, el Gobierno ha declarado desde entonces que el apagón se debió a una combinación de problemas de planificación y fallos técnicos, y que no había pruebas de que el exceso de renovables influyera en el problema.
En cuanto a la posible intermitencia de las renovables, según el FMI, ya existen soluciones muy avanzadas para hacer más robusto y flexible el sistema eléctrico, como invertir en infraestructuras de red y almacenamiento de energía.
Preocupa que el paso a las energías limpias pueda acarrear también una nueva dependencia de las importaciones de metales y minerales necesarios para construir las infraestructuras renovables y el almacenamiento.
Sin embargo, los expertos afirman que la escasez de materiales de transición no crearía una crisis energética como en el caso de los combustibles fósiles, ya que sólo se necesitan para ampliar la capacidad y no para la generación continua de energía.
Las investigaciones han revelado casos de grave contaminación ambiental entre las comunidades situadas junto a las minas de metales como el níquel, muy utilizado para las baterías de los vehículos eléctricos.
Una normativa más estricta sobre la gestión de residuos, un mejor control y la introducción de tecnologías más limpias para la extracción se consideran formas de reducir el impacto de este tipo de minería.
(md/ rml)