Por primera vez, una candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, encabezará la lista de la izquierda en las elecciones presidenciales en Chile. Sin embargo, sus opciones son escasas frente al auge de la derecha.En las elecciones primarias de la coalición de izquierda gobernante en Chile, arrasó el domingo pasado la candidata comunista. Jeannette Jara, hasta abril ministra de Trabajo en el Gobierno de Gabriel Boric, obtuvo un 60 % de los votos, frente al 28 % de la también exministra Carolina Tohá. En total, cuatro candidatos de los ocho partidos que conforman la gobernante Unidad por Chile se enfrentaban por representar a la izquierda en las elecciones generales del próximo 16 de noviembre.
"El oficialismo, la izquierda que está hoy día en el poder en Chile, ha tenido muchas dificultades para 'parir' liderazgos que puedan estar a la altura de la contienda presidencial", afirma Cristóbal Bellolio, doctor en Filosofía Política. Para él, es pronto todavía para sacar conclusiones de lo que puede pasar en las elecciones de noviembre. "La izquierda, es cierto, acaba de encontrar una carta competitiva, pero todos los indicadores muestran que el próximo Gobierno va a ser de derecha", dice no obstante.
Para Pepe Auth, político y sociólogo chileno, con las primarias del domingo "el oficialismo recuperó su posibilidad de competir con opción de pasar a la segunda vuelta, yo diría que con certeza de pasar". También considera muy escasas las probabilidades de que finalmente gane, pero considera ya un logro de la izquierda "alejar la posibilidad de una segunda vuelta entre dos derechas". Y vaticina: "Lo más probable es que tengamos un balotaje Kast-Jara", en referencia al candidato ultraderechista José Antonio Kast.
Un país con un arraigado temor al comunismo
Chile no ha tenido, como otros países de Latinoamérica, un problema serio con las guerrillas, aunque durante la dictadura el Partido Comunista apoyó a un grupo armado que atentó contra Pinochet. Sin embargo, el anticomunismo está muy arraigado en amplios sectores de la población, en parte por el propio discurso de la dictadura contra el Partido Comunista, que fue prohibido por la Constitución de 1980 al vetar formaciones políticas que propugnaran la lucha de clases.
Los comunistas, que no participaron en las coaliciones de centro izquierda que gobernaron tras el retorno a la democracia, son vistos en muchos casos como problemáticos, por su participación activa en las protestas y por liderar movimientos sociales y sindicales. Sí entraron, en cambio, en la coalición que propició el segundo mandato de Michelle Bachelet. Hasta ese momento, no habían participado en un Gobierno en Chile desde el de Salvador Allende.
Una candidata comunista "descafeinada"
Jara era la candidata del Partido Comunista en estas primarias, pero se había distanciado de la línea oficial de la formación en cuestiones relevantes, como la postura respecto a Cuba o Venezuela. "Soy la candidata del centro izquierda, no del Partido Comunista", reiteró el lunes después de su victoria. "Yo creo que ella ganó en parte porque se descomunizó, o sea, la gente que fue a votar por ella el domingo pasado no fue a votar por una candidata representativa, digamos, de la ortodoxia del Partido Comunista", opina Bellolio. "Jara hizo lo correcto, yo creo, al 'descafeinar' su propuesta", añade.
Para él, profesor de Teoría Política en la Universidad Adolfo Ibáñez, "nadie la interpretó como una candidata 'comunista' en el sentido tradicional". Más bien fueron sus atributos personales, como su cercanía, carisma o personalidad, lo que le hizo ganarse al electorado de izquierda, también entre los votantes más jóvenes. Bellolio destaca además que Jara "fue una ministra asociada con los logros más resonantes de este Gobierno", como la reducción de la jornada laboral, el aumento del salario mínimo, la reforma de las pensiones o la ley Karin contra el acoso laboral.
En este sentido, además, su principal oponente, Carolina Tohá, estaba al frente de Interior, un ámbito en el que se localizan las principales críticas al Gobierno actual, como la inseguridad ciudadana. Y más en un momento en el que Chile, para Bellolio, se ha "derechizado". "Esto tiene que ver con que la agenda está dominada por temas que son más propios del repertorio retórico de la derecha: orden público, seguridad ciudadana, inmigración, economía, prosperidad económica y crecimiento". Bellolio recuerda que "para ganar en segunda vuelta necesitas el 50 % más uno, y el 50 % más uno no lo sacas sólo con los tuyos".
Para Auth, Jara tiene ciertamente pocas probabilidades de convertirse en presidenta de Chile. "Yo creo que ella debe perseverar en el camino que inició en la primaria, el de descomunistizacion de la campaña y de despolitización", afirma. Si se trata de elegir "entre izquierda y derecha, si se conforma una pelea entre el Gobierno y la oposición, va a ganar la oposición", augura convencido. Su única opción es seguir centrando el debate en su origen humilde, con una carrera forjada en la educación pública, frente a la élite. "Ella, a diferencia de los otros candidatos, es el emblema de la meritocracia", concluye el experto.
(rml)