En México, la mayoría de quienes usan y manejan una motocicleta lo hacen sin ningún tipo de protección financiera. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reveló que 90% de las motocicletas circulan sin estar aseguradas.
Ello implica que nueve de cada 10 motociclistas ruedan a la ‘buena de Dios’ sin una póliza que ampare a los afectados contra los gastos derivados de accidentes, choques, atropellamientos y daños causados a terceros.
La directora del Salón Internacional de la Motocicleta México (SIMM), Laura González, explicó que seis de cada diez motociclistas no contratan un seguro porque lo consideran económicamente inaccesible.
A ello se suman otras barreras, como la falsa percepción de que los accidentes en moto son poco probables, la complejidad de los trámites, la falta de claridad en las coberturas disponibles y la escasa información al respecto.
¿El seguro para motocicletas es obligatorio?
Laura González señaló que desde 2019, contar con un seguro de responsabilidad civil es obligatorio para circular por carreteras federales. Actualmente, 25 estados del país ya exigen este requisito, entre ellos la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Veracruz y Yucatán.
Sin embargo, apuntó que el bajo nivel de aseguramiento persiste, incluso con sanciones como el envío de la moto al corralón o la imposibilidad de hacer trámites como el pago de tenencia o el refrendo de placas.
“La falta de seguro expone a este sector a una doble vulnerabilidad: económica y de salud pública”, alertó la directora del Salón Internacional de la Motocicleta México.
Riesgos graves por conducir una moto sin seguro
González explicó que un motociclista que sufre un accidente sin seguro debe cubrir con sus propios recursos los gastos médicos, la reparación de su moto y, en caso de causar daños a otros, asumir también esos costos. Esta situación puede traducirse en deudas impagables para muchas familias.
Por ello, hizo un llamado urgente a las autoridades, aseguradoras y actores del sector para crear soluciones más accesibles y adaptadas a las condiciones reales de los motociclistas en cada región.
Subrayó que muchas personas utilizan su motocicleta como herramienta de trabajo y fuente principal de ingresos, por lo que estar desprotegido implica un riesgo que va más allá de la movilidad: afecta directamente la estabilidad económica del hogar.
Ante el escenario descrito, la directora del SIMM subrayó que es indispensable mejorar los canales de información, simplificar trámites y diseñar pólizas que sean funcionales, comprensibles y justas.
“El seguro es necesario, pero hace falta acercarlo a quienes hoy enfrentan el camino sin protección, ya sea por desconocimiento o por falta de recursos”, concluyó.