El Congreso de Estados Unidos aprobó una legislación histórica que marcará un nuevo rumbo en la política migratoria del país. Se trata de la llamada One Big Beautiful Bill, una iniciativa impulsada por Donald Trump y respaldada por los sectores más conservadores del Partido Republicano.
La ley ha generado fuertes reacciones por su enfoque centrado en la expansión de la infraestructura de detención, el fortalecimiento del muro fronterizo y la implementación de deportaciones masivas, con consecuencias directas para millones de migrantes que residen en territorio estadounidense sin documentos.
Aprueban “One Big Beautiful Bill”
El proyecto fue aprobado por el Senado con una votación de 51 a 50 —tras el voto de desempate emitido por la vicepresidenta J.D. Vance— y recibió el aval de la Cámara de Representantes el 3 de julio con 218 votos a favor.
La legislación, de más de 900 páginas, contempla un presupuesto federal agresivo que prioriza el control migratorio y la seguridad nacional por encima de programas sociales, ambientales y de salud.
Según el texto oficial disponible en Congress.gov, se asignaron 45 mil millones de dólares al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para ampliar la capacidad de detención de migrantes adultos y familias.
Además, se destinaron 46.5 mil millones para la construcción y mejora del muro fronterizo, así como para tecnologías de vigilancia, sensores y caminos de acceso. A estas partidas se sumaron 14 mil millones exclusivos para operaciones de deportación y la contratación de más de 10 mil nuevos agentes de ICE.
Medios estadounidenses han reportado que esta ley plantea cuotas diarias de hasta tres mil arrestos por día y una meta de hasta un millón de deportaciones por año antes de 2029. Diversas organizaciones civiles han expresado preocupación por el impacto humanitario y legal que podría derivarse de esta política migratoria masiva.