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CDMX se harta: casi la mitad no quiere a extranjeros viviendo ni poniendo negocios en sus barrios

Una encuesta revela que la gentrificación no es solo un problema de rentas: los capitalinos sienten rechazo ante la llegada de forasteros con dólares. ¿Defensa del barrio o racismo disfrazado?

Gentrificación en el Cablebús: agencias de viaje cobran casi mil pesos por tours en Iztapalapa
Gentrificación en el Cablebús: agencias de viaje cobran casi mil pesos por tours en Iztapalapa Imagen agencia de viajes Viator

La Ciudad de México se vendía como “la capital más cool de Latinoamérica”. Cafés de especialidad en cada esquina, coworkings llenos de acentos gringos, franceses y brasileños, Airbnbs que cuestan más que un sueldo mínimo. Hasta que, este viernes, el malestar reventó en protestas contra la gentrificación: pancartas con “Fuera gringos”, pintas con “Mi barrio no se vende” y vecinos hartos de no poder pagar la renta en su propia colonia.

El rechazo al extranjero se hizo visible. Y no es un invento: una encuesta de El Financiero reveló que casi la mitad de los chilangos ven con malos ojos que extranjeros vivan o abran negocios en la ciudad.

La gentrificación dejó de ser un término de urbanistas para convertirse en insulto en la calle.

Los números que confirman el malestar

Cuando se les preguntó a 500 capitalinos si sabían qué es gentrificación, el 52% dijo que no. Pero eso no les impidió opinar con contundencia:

• 45% se opone a que extranjeros se muden a vivir a CDMX.

• 46% rechaza que extranjeros abran negocios en la ciudad.

• Solo un 42% ve bien que vengan a vivir o emprender aquí.

La única excepción es el matrimonio: un 49% ve bien que se casen con mexicanos, y solo un 36% lo ve mal.

CDMX se harta: casi la mitad no quiere a extranjeros viviendo ni poniendo negocios en sus barrios
CDMX se harta: casi la mitad no quiere a extranjeros viviendo ni poniendo negocios en sus barrios Foto: Especial

“Nos gusta el extranjero como pareja, pero no como vecino ni como competidor económico”, resume un sociólogo que ha estudiado el fenómeno en la Juárez y la Roma. Y es que se ha visto en ciertas zonas del país, como en Puerto Vallarta, parejas heterosexuales y homosexuales mixtas, en ocasiones, con fines de obtener la posibilidad de cambiar de país.

Dólares, Airbnbs y expulsiones silenciosas

El dólar manda en zonas como Roma, Condesa, Juárez y Coyoacán. Renta promedio: entre 18 mil y 35 mil pesos mensuales por un departamento que hace cinco años costaba la mitad. Los locales de toda la vida se convierten en cafeterías minimalistas con cold brew a 70 pesos.

En este contexto los Airbnbs proliferan y es que en solo dos años, se duplicaron en la ciudad. El resultado: un chilango promedio ya no puede rentar en su propio barrio.

“Nos están desplazando”, gritaba una joven en la protesta del viernes, con un cartel donde se leía: “Mi barrio no es hotel”.

¿Racismo o defensa del barrio?

Los activistas anti-gentrificación insisten: “No es racismo, es resistencia”. Pero otros vecinos admiten: “Me molesta escuchar inglés en todos lados. Siento que ya no es mi colonia”.

Aquí es donde la delgada línea se cruza. Lo que empezó como un reclamo contra el despojo inmobiliario se convierte, en ocasiones, en insultos a extranjeros en la calle o en redes: “Gringo go home”.

¿Xenofobia? ¿Racismo? O simplemente el hartazgo de quienes se sienten expulsados de sus calles mientras ven a extranjeros con laptops ocupando mesas de café por horas.

CDMX se harta: casi la mitad no quiere a extranjeros viviendo ni poniendo negocios en sus barrios
CDMX se harta: casi la mitad no quiere a extranjeros viviendo ni poniendo negocios en sus barrios Foto: Especial

La falta de política de vivienda: la raíz del problema

Lo dicen los expertos: la falta de regulación de rentas y de Airbnbs en CDMX es gasolina pura para la gentrificación. Mientras ciudades como Barcelona, Roma y Nueva York ponen candados, la capital mexicana apenas empieza a debatir la necesidad de regular.

“Es más fácil culpar al extranjero que cuestionar a los políticos que permiten que el mercado expulse a los vecinos”, dice un urbanista consultado por Publimetro.

Testimonios: lo que dicen los extranjeros

“No sabía que mi presencia incomodaba”, dice Daniel, estadounidense de 32 años, que vive en la Roma desde hace dos años. “Vine porque amaba la cultura mexicana. Ahora siento miedo de hablar en inglés en la calle”.

Marina, brasileña, cuenta: “Nos gritaron ‘gringos fuera’ mientras salíamos del café. Me quedé en shock”.

Natalia, de Puerto Rico, expresó: “Ese día ya no quería hablar inglés con mis amigos armenios por miedo a ataques en la Condesa”.

¿Qué sigue para la Ciudad de México?

La gentrificación no se detendrá sola. Y si el gobierno no regula, la tensión social seguirá creciendo. Entre protestas, pintas y gritos de “Fuera gringos”, el problema de fondo se mantiene: los precios de renta siguen subiendo, y la ciudad se convierte en un espacio cada vez más excluyente.

Mientras tanto, las calles de CDMX seguirán siendo el campo de batalla de un debate que mezcla economía, racismo, identidad y derecho a la ciudad.

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, se pronunció en contra de la gentrificación que está encareciendo la vida y expulsando vecinos de colonias como la Roma, Condesa, Doctores y Obrera. Esto, tras la protesta del fin de semana donde colectivos denunciaron que ya no pueden pagar rentas ni servicios en sus propios barrios.

“Este fenómeno social de gentrificación no lo compartimos, pero necesitamos hacer más para frenarlo, no sólo en la CDMX, sino en otras ciudades del mundo”, señaló Brugada.

La mandataria también rechazó los actos de violencia y vandalismo registrados durante la marcha, recordando que “la Ciudad de México es una ciudad de derechos, no de exclusión”.

Ante esta situación, el Gobierno de la Ciudad de México lanzó este martes una nueva campaña para visibilizar y combatir la discriminación con el hashtag #EsDiscriminación. La iniciativa busca que los capitalinos identifiquen situaciones cotidianas que, aunque normalizadas, son actos de discriminación, y que sepan que no tienen que tolerarlas.

La jefa de Gobierno, Clara Brugada, explicó que en la capital persisten prácticas que excluyen y lastiman a las personas por su apariencia, color de piel, edad, identidad de género, discapacidad o nivel socioeconómico. “Queremos que la gente sepa que estos actos no son normales ni deben aceptarse. Son discriminación, y en esta ciudad no los vamos a permitir”, subrayó.

Brugada adelantó que se creará un “protocolo” para las manifestaciones que se realicen en la Ciudad de México, luego de los destrozos que se suscitaron en la marcha contra la gentrificación pero fue tajante: “No vamos a reprimir, pero se realizará un protocolo para las manifestaciones”.

En lo que respecta a la campaña, esta incluirá mensajes en redes sociales, carteles en espacios públicos y videos donde se explican ejemplos concretos, como negar el acceso a un establecimiento por la forma de vestir, reírse de alguien por su acento o despedir a una mujer por estar embarazada.

Además, la CDMX pondrá a disposición de las personas el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) para recibir denuncias y acompañar a quienes sufran actos de discriminación, reforzando que este es un derecho de todas y todos.

Con esta campaña, el gobierno capitalino busca que la ciudad sea un espacio donde la diversidad se respete y se garantice el derecho a la igualdad para todas las personas.

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