Este miércoles 9 de julio se experimenta el día más breve en la historia moderna, con una duración de entre 1,3 y 1,6 milisegundos menos que un día estándar de 24 horas. Esto se debe a un ligero incremento en la velocidad de la rotación de la Tierra, causado principalmente por la posición actual de la Luna.
¿Por qué es el día más corto?
Las razones detrás del fenómeno se deben a la combinación de la inclinación de la fuerza gravitacional lunar y elementos internos del planeta: cuando la Luna se encuentra alejándose del ecuador, su efecto de frenado sobre la rotación de la Tierra disminuye, lo que permite que nuestro planeta gire a mayor velocidad; adicionalmente, los movimientos del núcleo terrestre, así como de los océanos y la atmósfera, también afectan la dinámica de la rotación.
Este fenómeno no es único: se ha detectado una aceleración rotacional desde 2020, con otros días inusualmente cortos el 22 de julio y el 5 de agosto de 2025, de acuerdo con informes del IERS.
Aunque para la mayoría de las personas pasa desapercibido, esta disminución afecta a los sistemas que miden el tiempo. Los relojes atómicos, que son cruciales para el funcionamiento del GPS y las telecomunicaciones, requieren ajustes con un “segundo intercalar negativo”. Esta innovadora medida posiblemente se pondrá en práctica hacia el año 2029.
Según Duncan Agnew, geofísico de Scripps, “no es catastrófico, pero sí algo notable; indica que vivimos un período muy inusual”.
El próximo 9 de julio de 2025 será un día histórico en términos de cronología moderna, ya que se registrará como aproximadamente un milisegundo y medio más breve de lo habitual. Esta singularidad está respaldada por información del IERS y ha sido verificada por varios medios científicos, demostrando así la relación entre el universo, la geofísica y nuestra medición del tiempo.
