¿Conoces a alguien zurdo? Seguramente a muchas personas, bueno, pues casi igual de probable es que —principalmente en el caso de las mujeres— tú o una conocida pueda padecer cáncer de mama.
La dimensión es la siguiente: en México hay una posibilidad en casi 900 millones de ganarse la lotería, pero padecer cáncer de mama es uno de cada ocho, o ser zurdo uno de cada 10, así de cruda es la realidad actualmente.
Esto enciende las alerta para advertir que cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer entre mujeres en México y el mundo.
Dada la alta posibilidad de padecer esta terrible enfermedad, la doctora Carolina Blanco Vázquez, oncóloga médica certificada y miembro de la Sociedad Mexicana de Oncología (SMEO), resalta que lo mejor es actuar rápido, “el miedo no debe paralizar”, y sobre todo advierte que este padecimiento no duele, no se siente, así que un diagnóstico temprano es de las pocas herramientas para hacerle frente.
Por ejemplo, en 2023 esta enfermedad cobró la vida de más de ocho mil mujeres mexicanas, de acuerdo con cifras del Inegi.
Aunque principalmente afecta a mujeres mayores de 40 años, se han registrado casos en pacientes desde los 20, lo que hace urgente hablar de prevención y diagnóstico temprano.
La doctora Blanco Vázquez, explica que el cáncer de mama puede crecer rápidamente y alcanzar ganglios de la axila, sin causar dolor en etapas iniciales, lo que retrasa su detección.
“Entre más tiempo pase la lesión, más crece y puede dar metástasis. El miedo no debe paralizar”, enfatiza.
Posibilidad de padecer cáncer de mama
A nivel mundial, el cáncer de mama representa 2.3 millones de casos nuevos y más de 666 mil muertes al año, según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer.
Por ello se estima que una de cada ocho mujeres lo padecerá en algún momento de su vida, aunque los hombres no están exentos, la incidencia indica que se presenta en uno de cada 100 casos.
En México, la mayor parte de las muertes por este tipo de cáncer se presentan en el grupo de mujeres entre 60 y 74 años, y muchas pacientes llegan al sistema de salud en etapas avanzadas: 43.1% en estadios localmente avanzados y 7% ya con metástasis, según datos del IMSS.
Detectarlo a tiempo puede salvar la vida
La etapa en que se detecta el cáncer de mama marca una diferencia radical en la esperanza de vida, datos internacionales revelan que la tasa de supervivencia a cinco años es de 99% si se detecta en etapa localizada, pero cae a 30% en etapas metastásicas.
En el caso de México, la diferencia es aún más marcada: 98.8% de supervivencia en etapas tempranas contra 22.7% en casos avanzados, indica un estudio del IMSS.
Por ello, la doctora Blanco insiste en la importancia del diagnóstico oportuno.
“Entre más avanzado sea un cáncer, más agresivo será el tratamiento y mayor el riesgo de recaída. La detección temprana puede evitar quimioterapia, radioterapia e incluso cirugías mayores”.
La especialista recomienda que las mujeres inicien autoexploraciones mensuales desde los 20 años, y que se realicen mamografías a partir de los 40, o antes si presentan antecedentes familiares o factores de riesgo.
Tratamientos cada vez más personalizados
Dependiendo del tipo de cáncer de mama, actualmente existen tratamientos específicos, lo que ha transformado las opciones terapéuticas:
- Con receptores hormonales positivos (65% de los casos): puede tratarse sin quimioterapia, con medicamentos orales.
- Triple negativo: más agresivo, pero responde a inmunoterapia.
- HER2 negativo y HR positivo: se trata con anticuerpos dirigidos, aunque en este caso solo están disponibles en el sector privado.
En la llamada “medicina de precisión” se toman en cuenta factores genéticos, moleculares y de estilo de vida para personalizar los tratamientos.
La doctora Blanco resalta que los tratamientos actuales logran prolongar la vida sin deteriorar la calidad de vida del paciente, incluso cuando el cáncer ya está avanzado.
Una recomendación importante es que todas las mujeres menores de 45 años diagnosticadas con cáncer de mama se realicen una prueba genética, ya que esto puede revelar mutaciones hereditarias como las de los genes BRCA1 y BRCA2, que aumentan el riesgo tanto para la paciente como para sus familiares directos.
La oncóloga destaca que el acceso a tratamientos específicos y oportunos es fundamental para reducir la mortalidad, pues además de ser más efectivos, estos tratamientos implican un menor costo para el sistema de salud y para los pacientes, al evitar el uso de terapias subsecuentes.
“Democratizar la salud significa que todos tengan acceso a prevención, diagnóstico oportuno y tratamientos adecuados. Esto puede cambiar radicalmente el pronóstico de una enfermedad tan devastadora como el cáncer de mama”, enfatiza la especialista.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
Los factores de riesgo son múltiples, incluyen desde la edad, obesidad y consumo de alcohol, hasta factores hormonales como la menstruación temprana o menopausia tardía, no haber lactado o tener hijos después de los 30.
También influye tener mamas densas tipo C o D, según la mamografía, o antecedentes familiares con cáncer de mama.