El pasado 8 de julio, Guatemala fue sacudida por dos potentes sismos, el más fuerte de 6.8 grados en la escala de Richter, con epicentro a 20 km al suroeste de San Marcos. El desastre dejó al menos 13 personas muertas, más de 120 heridas y cuantiosas pérdidas materiales, especialmente en zonas rurales con infraestructura vulnerable.
Entre las víctimas, una imagen captó la atención nacional: Regina López Velásquez, de 44 años, fue encontrada sin vida abrazando a su perro “Canelo” bajo los escombros de su vivienda en Retalhuleu. Ella era conocida en su comunidad por su gran amor hacia los animales y vivía sola con “Canelo”, un lomito mestizo al que había rescatado en 2021.
De acuerdo con medios locales, la señora estaba abrazada a su perro, como si intentara protegerlo en los últimos segundos. La conmovedora escena fue captada por rescatistas y rápidamente se viralizó en redes sociales, desatando una ola de mensajes de solidaridad y tristeza, pero también una serie de imágenes para rendir homenaje al gesto de la mujer con su amigo de cuatro patas.
Homenajes que nacen del dolor
El presidente Bernardo Arévalo decretó estado de calamidad pública y activó el Plan Nacional de Respuesta. Asimismo, expresó su pesar por las víctimas y se refirió a casos como el de Regina: “Historias como esta nos muestran no sólo el dolor que deja una tragedia, sino también el amor y la dignidad con la que algunos enfrentan la muerte”.
Tras conocer la historia, organizaciones de protección animal como Animal Rescue Guatemala lanzaron una colecta en memoria de Regina, destinada a construir un refugio para perros callejeros en Retalhuleu. Además, vecinos de la zona impulsan la creación de un mural en su honor.
La historia de Regina y “Canelo” se convirtió en un símbolo de amor incondicional, recordando que incluso en medio de la tragedia, los gestos más humanos son los que perduran.
