Mientras crece la tensión por los nuevos aranceles al jitomate mexicano impuestos por el gobierno de Donald Trump, la confusión sobre el nombre de este fruto también divide opiniones dentro del país. ¿Por qué en la mayor parte de México se dice “jitomate”, mientras que en Estados Unidos, España y algunas zonas del norte del país se usa “tomate”?
El Departamento de Comercio de EE.UU. anunció la imposición de un arancel del 17.09% al jitomate mexicano, una medida que encendió alarmas en el sector agroexportador. Con esta acción, el gobierno de Donald Trump justifica una supuesta “competencia desleal”, pero en realidad pone en riesgo más de 2 mil millones de dólares en exportaciones y 100 mil empleos, principalmente en Sinaloa, Baja California y Zacatecas.
Pero más allá de los números, muchos en redes sociales se hicieron una pregunta inesperada: ¿por qué el gobierno estadounidense lo llama “tomato” si aquí en México siempre decimos “jitomate”? ¿Son lo mismo? ¿Cuál es la diferencia real?
¿Jitomate o tomate? Todo está en el origen
La palabra “jitomate” viene del náhuatl xītomatl, que significa tomate de ombligo, en alusión al bultito que tiene en la parte inferior. Este término se refiere específicamente al fruto rojo, redondo y jugoso que todos conocemos, y es el nombre original que usaban los pueblos originarios del centro de México.
Por otro lado, “tomate” proviene del náhuatl tomatl, que se refería en realidad a los tomates más pequeños y verdes (como el tomatillo). Con el paso del tiempo, el término se generalizó en España y luego en Estados Unidos como “tomato” para referirse al fruto rojo, y eso fue lo que acabó estandarizándose en el comercio internacional.
¿Y por qué en el norte del país dicen “tomate”?
En estados del norte de México, como Nuevo León, Sonora, Coahuila o Chihuahua, se suele decir simplemente “tomate” para referirse al jitomate rojo. Esto se debe, en parte, a la influencia cultural y comercial de Estados Unidos, donde “tomato” es el término oficial.
Además, muchas de las exportadoras y productores locales del norte manejan ya la terminología adaptada al comercio global, lo cual explica por qué incluso en los empaques destinados al mercado mexicano a veces se usa la palabra “tomate”.
En cambio, en el centro, sur y occidente de México, la palabra “jitomate” sigue siendo la más común, especialmente en estados como Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Michoacán y Guerrero.
¿Hay alguna diferencia entre jitomate y tomate?
Técnicamente sí, aunque depende del contexto:
- En México:
- Jitomate: el rojo, redondo, usado en la mayoría de salsas y ensaladas.
- Tomate: el verde, ácido, conocido también como tomatillo.
- En otros países:
- “Tomate” es el nombre genérico para todos, ya sean verdes o rojos.
- El “tomatillo” se clasifica como variedad diferente y no se usa tanto fuera de México.
Este choque lingüístico no solo genera confusión entre consumidores, sino también entre importadores y exportadores que deben adaptar etiquetas, normativas y presentaciones según el país de destino.
La lengua también exporta
Más allá de la fruta en sí, el caso del jitomate refleja cómo la lengua y el comercio internacional están profundamente ligados. Al tratarse de uno de los productos agrícolas más exportados de México, el jitomate (o tomate rojo) se convierte en símbolo de identidad y también de disputa económica.
El nuevo arancel impuesto por EE.UU. no solo representa un golpe económico, sino que vuelve a colocar a México en una posición incómoda: defender su producto estrella en un mercado que lo valora, pero que también busca controlar su precio y su nombre.
Mientras tanto, los mexicanos seguirán diciendo jitomate o tomate dependiendo de su región. Pero en Washington, lo que está en juego no es el idioma… sino miles de toneladas de uno de los productos más sabrosos y estratégicos del país.