El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, oficializó este lunes la implementación de la Orden Ejecutiva 14,224, que establece al inglés como idioma oficial del país. La medida, coordinada por el Departamento de Justicia bajo el mando de la fiscal general Pamela Bondi, instruye a todas las agencias federales a eliminar servicios multilingües no esenciales y priorizar la enseñanza del inglés para nuevos residentes.
“El inglés es el idioma oficial de Estados Unidos”, afirmó Bondi. “Nuestro objetivo es terminar con políticas costosas y simbólicas que promueven la división. Esta nueva guía busca reforzar la unidad nacional a través de un idioma común”.
El Departamento de Justicia liderará el esfuerzo interinstitucional para retirar contenidos y plataformas que ofrecían información en múltiples idiomas, como el portal LEP.gov, y redirigir los recursos hacia programas de educación y asimilación lingüística.
Se suspende el acceso multilingüe en plataformas federales
Entre las medidas inmediatas anunciadas, el Departamento de Justicia:
- Revocó todas las guías previas emitidas bajo la Orden Ejecutiva 13,166 de la era Clinton, que facilitaban el acceso a servicios federales a personas con dominio limitado del inglés (LEP).
- Ordenó un inventario interno de todos los servicios en otros idiomas ofrecidos por agencias federales, para eliminar los que no sean legalmente obligatorios.
- Suspendió temporalmente sitios y recursos públicos enfocados en traducciones, incluyendo videos, guías y publicaciones institucionales.
Se prevé que en los próximos 180 días, el Departamento emita nuevas guías oficiales, tras recibir retroalimentación de otras agencias y del público. Estas determinarán cuándo sí es legalmente necesario ofrecer traducción, como en el caso de servicios relacionados con salud, justicia o personas con discapacidad.
Se promoverá el inglés como vía de integración y eficiencia
Según el documento, la meta es que toda comunicación oficial se realice preferentemente en inglés, lo que permitirá, afirman, reducir cargas administrativas, mejorar la eficiencia y fortalecer la cohesión social. La política no afecta directamente el uso de otros idiomas en contextos comunitarios o privados, pero sí en el ámbito federal.
“Esta orden no es una exclusión de la diversidad lingüística, sino una estrategia para empoderar a los nuevos estadounidenses a través del inglés”, dijo Harmeet K. Dhillon, asistente de la fiscal general.
El inglés no equivale a origen nacional, afirma el DOJ
El memorándum también aclara que hablar un idioma distinto al inglés no equivale automáticamente a pertenecer a un grupo protegido por leyes contra la discriminación, como el Título VI de la Ley de Derechos Civiles. Por lo tanto, se dejarán de aplicar criterios de “impacto desigual” en materia de traducción, salvo que se demuestre intención directa de discriminar.
Con esto, el Departamento de Justicia también limita los fundamentos legales para que una persona o grupo demande por falta de servicios en su idioma.
Recomendaciones para todas las agencias federales
El documento insta a todas las dependencias gubernamentales a:
- Revisar y eliminar directrices previas basadas en la orden ejecutiva 13,166.
- Operar exclusivamente en inglés en los casos permitidos por ley.
- Incluir advertencias en los materiales traducidos que aclaren que el inglés es la versión oficial y vinculante.
- Usar inteligencia artificial o traducción automática solo cuando sea necesario y de forma eficiente.
- Reasignar los fondos de traducción a programas de educación en inglés y asimilación cívica.
Una medida política con impacto cultural
Esta decisión marca un punto de quiebre en la política lingüística de EE.UU., que históricamente ha ofrecido materiales en diversos idiomas, especialmente en español, para atender a comunidades migrantes. La nueva política busca revertir esa tendencia y promover la idea de que aprender inglés es un requisito para integrarse plenamente al país.