Migración, inversiones, Ucrania, Nicaragua, próxima cumbre UE-CELAC. DW conversó en Bruselas con el vice canciller de Honduras.La migración está entre los compromisos adquiridos esta semana entre la Unión Europea (UE) y los seis países de Centroamérica. "Caminamos hacia días muy difíciles para la población migrante. Va a haber mayor flujo de hondureños hacia Europa, sobre todo a España, porque las condiciones en Estados Unidos son cada vez más adversas”, dijo a DW en Bruselas, Gerardo Torres Zelaya, vice ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de Honduras.
"Aún veremos los impactos de la política Trump, pero los miles de millones para fortalecer ICE (Immigration and Customs Enforcement), las cien mil camas nuevas para centros de detención y Aligator Alcatraz como la gran cárcel para migrantes vaticinan tiempos muy difíciles”, subraya. Difícil también ha sido el camino hasta llegar, esta semana, al primer diálogo político de un Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y los seis países centroamericanos que se firmó hace doce años y se comenzó a negociar hace veinte.
Arduo camino
"En 2006 empezaron las negociaciones; pero el golpe de Estado en Honduras en 2009 llevó a una relentización. A pesar de las posiciones divididas, en 2013 logramos el acuerdo comercial. Sus beneficios son innegables: Honduras casi ha triplicado la exportación de productos a Europa. Es el único acuerdo comercial cuyo balance es favorable a mi país. Entretanto somos el principal proveedor de café de Alemania”, sigue el vice canciller hondureño lamentando que el diálogo político y la cooperación estuvieran más de una década en un cajón.¿Por qué?
"Lo que pasó en Nicaragua en 2018, el fraude en Honduras en 2017, los temas de seguridad en El Salvador, los escándalos de corrupción en Guatemala hace seis años, gente asesinada… Todo esto complicó el diálogo; mientras tanto vimos por una década cómo se marchaba la cooperación alemana, sueca, suiza, italiana… El argumento de que fue porque somos países de renta media no refleja la realidad de nuestros países. A pesar del incremento macroeconómico, estos países tienen serias dificultades en la distribución de la riqueza. Honduras ha logrado en este mandato reducir en 11 puntos la pobreza; si lo hubiera hecho Panamá hoy no tendría pobres”, sigue el diplomático hondureño.
Con un comercio al alza, pero con un diálogo interrumpido por la desconfianza, "en agosto de 2022, por primera vez después de siete años, todos los presidentes de Centroamérica -aunque fuera en línea- se reunieron y volvieron a apostar por la cabal implementación del Acuerdo de Asociación”, explica Torres Zelaya. Pero entretanto, sobre Nicaragua pendían sanciones europeas, también sobre Guatemala; El Salvador había captado negativamente la atención por sus malas prácticas en derechos humanos.
Democracia y derechos humanos: la piedra en el zapato
Importante es decir que el Acuerdo de Asociación tiene un cláusula democrática y de derechos humanos que prevé su suspensión en caso de graves incumplimientos. Esto ha nutrido las dudas contra la total implementación del acuerdo con una Centroamérica que hace veinte años venía de firmar acuerdos de paz. El que Bruselas no debería entablar diálogos con dictadores se ha esgrimido en contra de la instauración formal de este diálogo.
El vice canciller de Honduras contrapone: "Las medidas unilaterales de presión han dado pocos resultados. Ponerle sanciones a funcionarios de Nicaragua no ha cambiado mucho la situación. Por otro lado, Honduras, que vivió graves violaciones de derechos humanos en años recientes nunca recibió sanciones a pesar de que vinimos muchas veces buscar apoyo porque en mi país pasaba lo que en Nicaragua y más. ¿Quién decide a quién se sanciona? ¿Los grandes poderes? Por eso, creo que tener en una mesa a todos los sectores, aporta al diálogo regional”.
La geopolítica, todo lo cambia
Como fuere, a pesar de que el compromiso conjunto reconoce diferencias en asuntos específicos -por ejemplo, en el tono en la condena a Israel por Gaza o a Rusia por Ucrania-, los 27 europeos y los seis centroamericanos subrayan su compromiso conjunto con la agenda 2030, con los objetivos de desarrollo y con principios de la Carta de Naciones Unidas.
"Es el mejor momento para ratificar este diálogo”, comenta al respecto el diplomático hondureño. "Estamos a tres semanas de que se anuncie para Honduras la implementación de aranceles donde el piso mínimo es el diez por ciento; para su industria de partes automotrices, el 25%. Para Europa, un 30%. Honduras y Centroamérica pueden tener en Europa una parte del mercado que se va a ver reducido en Estados Unidos”, subraya Torres Zelaya recordando que hace veinte años Washington promovía tanto su Tratado de Libre Comercio con República Dominicana y Centroamérica como el Área de Libre Comercio de las Américas.
¿Han sido los aranceles del gobierno de Donald Trump el fiel de la balanza para avanzar en el diálogo con los socios centroamericanos? "Es un componente”, responde el político hondureño. "También la guerra en Ucrania y esa amenaza en la puerta de su casa, el multilateralismo puesto en cuestión. Y la necesidad de nuevos socios que llevó a la creación del Global Gateway”, agrega.
Bienvenidas inversiones europeas
El Global Gateway, la agenda europea de inversión en desarrollo verde y sustentable en terceros países, consta como una de las tareas de la agenda conjunta. En ese marco, Bruselas anuncia inversión en el viejo sueño de la integración centroamericana de una manera muy concreta: el mercado eléctrico regional de Centroamérica.
"Tenemos ríos, viento, sol. No tenemos problemas de generación de energía, pero sí de conectividad. Hay una conexión que viaja de México hasta Guatemala. Otra de Costa Rica hasta Nicaragua. El porqué de que no nos hayamos conectado se explica solo con mezquindad y una visión cortoplacista y miope de las grandes empresas centroamericanas”, explica Torres Zelaya anunciando que muchas empresas europeas están interesadas en invertir en este gran proyecto.
El espejo de Haití para la cumbre UE-CELAC
Con este bagaje, Centroamérica irá a la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que tendrá lugar en Colombia en noviembre de 2025. Honduras, que acaba de pasar la presidencia a Colombia, insiste en que el drama de Haití debe estar alto en la agenda de esa cumbre UE-CELAC.
"Haití es sinónimo de las amenazas que penden sobre Guatemala, El Salvador, Honduras, también ahora sobre Costa Rica. Solo estamos es diferentes momentos de la película”, afirma el vice canciller de Honduras.
"Si europeos y latinoamericanos no entienden que la lucha contra los carteles criminales, de tráfico de armas y de personas no tienen ideología ni banderas, los estados se nos pueden ir de las manos. No debemos sentirnos ajenos ni superiores a Haití, nos puede pasar lo mismo”, advierte Torres Zelaya subrayando que la falta voluntad para apoyar de verdad a ese país caribeño se basa, también, en un racismo histórico.
"¿Por qué tienen que emigrar los haitianos porque declaren a su país un estado fallido? No podemos aceptarlo. Si Europa lograra entender el problema de Haití como entiende el problema de Ucrania podría ser fácil ayudarla: capacidad de defensa, capacidad de desarrollo económico, capacidad de sostenibilidad, capacidad de fortalecimiento político”, recalca el vice canciller hondureño resumiendo en el drama del país caribeño los temas de deuda, migración, desarrollo, medio ambiente que se deberán ser tratados en el próximo encuentro entre socios europeos y latinoamericanos.
(mb/el)