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Ucranianos con discapacidades, forzados a combatir

Soldados ucranianos durante un entrenamiento. DW

En el Ejército ucraniano hay personas con discapacidades físicas y mentales, aunque no sean aptas para el servicio. ¿Por qué deben servir de todos modos y qué tan extendido está el problema?Pérdidas frecuentes de memoria, desorientación, confusión de números y colores: esos son los problemas cotidianos de Wassyl, de 28 años, oriundo del centro de Ucrania. Desde 2015 está en tratamiento psiquiátrico por un trastorno de personalidad. Sin embargo, eso no impidió que las Fuerzas Armadas de Ucrania lo reclutaran.

Según su pareja, Olena, Wassyl nunca reconoce sus limitaciones. Tal vez no las mencionó durante el examen médico. Fue declarado plenamente apto para el servicio militar y enviado al sur del país para recibir instrucción básica.

Olena intentó explicar al comandante de Wassyl que su reclutamiento era un error. Al principio, el oficial mostró comprensión y pidió documentos médicos para una eventual baja. Sin embargo, rechazó como desactualizado el informe de una clínica psiquiátrica de 2015. "¿Cómo puede no ser motivo de baja si su condición es irreversible?”, se pregunta Olena, desesperada, en diálogo con DW.

"Un peligro para sí mismo y para otros"

DW tuvo acceso al informe de 2015. Allí se lee: "Wassyl tiene un vocabulario pobre, baja capacidad de abstracción, un coeficiente intelectual (CI) de 66 (el promedio es 100) y ni siquiera comprende el nombre del país o de la capital de Ucrania.” Bajo estrés, sus síntomas se agravan, cuenta Olena.

Una clínica psiquiátrica que revisó el informe —anonimizado— diagnosticó discapacidad intelectual con inestabilidad emocional y volitiva. "Bajo presión, una persona así es impredecible y representa un peligro para sí misma y para los demás”, advierte una integrante de las Fuerzas Armadas ucranianas que prefiere permanecer en el anonimato.

Cómo se pasó por alto el diagnóstico de Wassyl

"Helsi” es el nombre de una base de datos a la que acceden los médicos militares. Allí figuran los pacientes de hospitales públicos. Pero el diagnóstico de Wassyl no aparecía, explica el abogado Jewhen Zechmister, porque los datos sobre enfermedades mentales sólo pueden almacenarse con el consentimiento del paciente.

Según la orden 402 del Ministerio de Defensa, el diagnóstico de Wassyl no es motivo suficiente para evitar su reclutamiento. Los médicos militares sólo confían en documentos oficiales, dice Zechmister, ya que muchos hombres fingen trastornos mentales para evadir el servicio. "Si se hubiese buscado apoyo legal a tiempo para presentar certificados más recientes, Wassyl no habría sido reclutado.”

Olha Reschetylowa, comisionada presidencial para los derechos de los militares y sus familias, aconseja actualizar personalmente la información médica tanto en el Ejército como en el sistema "Helsi”. Sobre todo, porque la salud mental de los reclutas puede deteriorarse durante el entrenamiento. Según Reschetylowa, los comandantes no quieren soldados con problemas psiquiátricos, por eso muchas veces permiten tratamientos.

¿Qué dice el defensor del pueblo ucraniano?

Desde comienzos de año se han recibido más de 2.000 quejas sobre violaciones de derechos humanos en el contexto de la movilización, informa Dmytro Lubinez, defensor del pueblo del Parlamento. En 2024 fueron unas 3.500. "Siempre respondemos. En algunos casos, nuestros representantes acuden a las oficinas de reclutamiento para hacer valer los derechos de los ciudadanos”, dice a DW. "Gracias a nuestra intervención, personas enfermas han sido dadas de baja.” Aunque no todas las quejas son fundadas.

Lubinez reconoce que incluso personas gravemente enfermas han sido reclutadas. No hay cifras oficiales. "Eso sucede cuando se ignoran los expedientes médicos o el estado real de las personas”, critica. Y sugiere distribuir mejor a los reclutas: "No toda discapacidad implica ineptitud. Alguien con problemas de espalda no puede ir al frente, pero sí trabajar con computadoras.”

¿Qué reportan los militares ucranianos?

Un oficial de brigada contó a DW su experiencia en un centro de entrenamiento: "Tuve el privilegio de elegir a mi gente. Pero llegaron tipos sin dientes o con tuberculosis. ¡Al centro de entrenamiento!”, relata el oficial, que pide anonimato. Esos hombres ya habían sido ofrecidos varias veces a diferentes brigadas, pero ninguna los quiso. Ni siquiera para cavar trincheras.

Kyrylo (nombre cambiado) fue reclutado esta primavera. En la oficina de alistamiento vio a personas sin hogar con las piernas hinchadas, drogadictos y alcohólicos, relata con indignación. El primer examen médico suele ser sólo un trámite, y en algunos lugares ni siquiera se realiza. Recién en el centro de entrenamiento hay una evaluación más rigurosa.

El soldado Oleksandr (nombre cambiado) afirma que incluso vio epilépticos en el examen médico. Ese tipo de negligencia explicaría, según él, que en 2024 un recluta con esquizofrenia fuera asignado a una brigada naval tras el entrenamiento básico. Por suerte, lo detectaron a tiempo. "No le dieron un arma y lo enviaron de vuelta a los pocos días.”

Mientras tanto, Wassyl está por terminar su instrucción básica. Luego será asignado a una unidad. Según Olena, ya tiene acceso a armas. El abogado Zechmister intenta conseguir una segunda evaluación psiquiátrica por parte de médicos militares. "Si lo mandan al frente, representa un peligro para su unidad”, advierte el abogado. "No se puede prever cuándo su mente fallará. Y quién quedará en su mira.”

(gg)

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