El periodista Carlos Jiménez (C4) compartió en su cuenta de X que Marianne Gonzaga fue liberada, después de ser acusada de atacar, presuntamente con un arma blanca, a Valentina Gilabert, de 18 años, dejándola con heridas graves en el cuello, el tórax y las manos.
El caso que conmocionó a la opinión pública inició el pasado 5 de febrero, cuando la influencer, de apenas 17 años, fue arrestada por agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en un departamento del conjunto Park Pedregal, en la alcaldía Álvaro Obregón, Ciudad de México.
Cinco meses tras las rejas
Tras su detención, la joven fue puesta a disposición de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la cual la envió a un Centro Especializado para Mujeres Adolescentes en Tlalpan. Debido a su edad, el caso fue tratado bajo el sistema de justicia para adolescentes.
Un juez especializado dictó inicialmente una medida de internamiento por dos meses, aunque el proceso legal continuó y se mantuvo bajo reserva por tratarse de una menor de edad. La audiencia clave para definir su situación jurídica ocurrió el 11 de febrero, pero este miércoles, y tras cinco meses de encierro, Marianne Gonzaga fue liberada del penal juvenil.
¿Qué fue lo que sucedió entre Gonzaga y Gilabert?
Este acto violento ocurrió en el contexto de un triángulo amoroso: La agresión se vinculó a celos, ya que Gonzaga atacó a Gilabert, pareja de su exnovio José Said Becerril, padre de su hija, tras una ruptura reciente, lo que añadió un drama personal que captó atención pública. La gravedad de las lesiones dejó a Gilabert luchando por su vida.
Como se mencionaba, dada su minoría de edad, Gonzaga enfrentó un proceso bajo el Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, con una posible pena máxima de cinco años, lo que desató debates sobre la suficiencia de las sanciones para delitos violentos cometidos por menores.
Influencers y redes sociales en el foco
Como influencers, sus vidas públicas contrastaron con el acto violento, destacando la presión y rivalidades en el mundo digital, además de que el caso se viralizó, aumentando su seguimiento en plataformas como Instagram y TikTok. La recuperación de Gilabert, con su alta médica en febrero y regreso a clases en mayo, junto con su interés en estudiar criminología, fueron puntos emotivos que inspiraron apoyo.
Sin embargo, la detención de dos presuntos cómplices, incluida una amiga de Gilabert, añadió complejidad, sugiriendo una posible planificación.
El caso ha reavivado debates sobre violencia de género, responsabilidad en redes sociales y reformas legales para menores, manteniendo a la opinión pública dividida.