Utilizando datos de varios satélites, una investigación revela cómo, en condiciones extremas, el agua que fluye debajo del hielo puede abrirse paso "hacia arriba", un fenómeno hasta ahora desconocido.Un grupo de científicos ha descubierto que el agua de un lago ubicado debajo de la capa de hielo (conocido como lago subglacial) en el norte de Groenlandia salió hacia el exterior con tal fuerza que provocó una tremenda inundación, un fenómeno nunca antes descrito que supone una advertencia del potencial destructivo del agua almacenada bajo la capa de hielo.
El hallazgo, realizado por un equipo internacional de investigadores dirigidos por científicos de la Universidad de Lancaster y del Centro Británico de Observación y Modelización Polar, aparece recogido este miércoles (30.07.2025) en la revista Nature Geoscience.
Inundaciones "hacia arriba"
Este lago subglacial -hasta entonces desconocido- se descubrió utilizando datos satelitales de última generación y modelos numéricos. Concretamente, los expertos emplearon datos de varios satélites de observación de la Tierra, entre ellos CryoSat de la ESA y las misiones Sentinel-1 y Sentinel-2 de Copernicus, según recoge la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) en una nota.
“Esta investigación demuestra el valor único de las mediciones satelitales a largo plazo de las capas de hielo polares de la Tierra, que, debido a su gran tamaño, de otro modo serían imposibles de monitorear", dice Mal McMillan, codirector del Centro de Excelencia en Ciencias de Datos Ambientales de la Universidad de Lancaster y codirector de Ciencias del Centro de Observación y Modelado Polar del Reino Unido, en declaraciones recogidas por el portal EurekAlert.
Las investigaciones revelan cómo, en condiciones extremas, el agua que se acumula bajo el hielo puede abrirse paso hacia arriba a través del hielo y escapar por la superficie de la capa helada, un fenómeno que hasta ahora no recogía ninguno de los modelos que estudian el el hielo de Groenlandia.
"Nuestras observaciones demuestran que pueden producirse forzamientos hidrológicos extremos en regiones en las que se preveía que el manto de hielo estaría helado", concluyen los científicos.
Los investigadores observaron que, durante un periodo de 10 días en el verano de 2014, apareció un cráter de 85 metros de profundidad en el hielo, de donde salieron unos 90 millones de metros cúbicos de agua del lago subyacente, que inundaron y erosionaron una superficie de hasta seis kilómetros cuadrados.
El agua que emergió a la superficie equivale a nueve horas de agua cayendo por las cataratas del Niágara en su temporada alta, y representa una de las mayores inundaciones subglaciales de Groenlandia de la historia.
Historia sorprendente bajo el hielo
Además de ese cráter de agua, en una región subglacial anteriormente intacta, los expertos observaron la aparición repentina de un área del tamaño de unos 54 campos de fútbol (385.000 metros cuadrados) de hielo fracturado y deformado, con profundas grietas y bloques de hielo desarraigados de 25 metros de altura.
"Cuando vimos esto por primera vez, debido a lo inesperado que fue, pensamos que había un problema con nuestros datos. Sin embargo, a medida que profundizamos en nuestro análisis, se hizo evidente que lo que observábamos eran las consecuencias de una enorme inundación que escapaba del hielo”, señala Jade Bowling, autora principal y quien dirigió este trabajo como parte de su doctorado en la Universidad de Lancaster, en declaraciones recogidas por el medio EurekAlert.
“La existencia de lagos subglaciales debajo de la capa de hielo de Groenlandia es todavía un descubrimiento relativamente reciente y, como muestra nuestro estudio, aún hay mucho que no sabemos sobre cómo evolucionan y cómo pueden afectar al sistema de la capa de hielo", dice. "Es importante destacar que nuestro trabajo demuestra la necesidad de comprender mejor la frecuencia con la que se drenan y, fundamentalmente, cuáles son las consecuencias para la capa de hielo circundante”, agrega.
Mecanismo desconocido hasta ahora
Aunque los científicos habían supuesto que el agua de deshielo fluía desde la superficie hasta la base de la capa de hielo y, a continuación, hacia el océano, esta investigación proporciona indicios claros de que el agua también puede desplazarse hacia arriba, en la dirección opuesta.
Estos mecanismos no se tienen en cuenta en los modelos que pretenden simular cómo podría evolucionar la capa de hielo en el futuro, a medida que el clima de la Tierra se calienta y las capas de hielo experimentan tasas de derretimiento cada vez mayores.
"Lo que hemos encontrado nos habla de la complejidad del flujo de agua y la necesidad de comprender mejor cómo responde la capa de hielo a las entradas extremas de agua de deshielo, algo que se volverá más común a medida que nuestro clima se calienta y el deshielo superficial se intensifica y se expande a nuevas áreas", apunta Bowling.
aa (efe, Nature Geoscience, EurekAlert, European Space Agency)