A más de un año del asesinato del comisario jefe Milton Morales Figueroa, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Pablo Vázquez Camacho, confirmó la implicación de integrantes del cártel Nuevo Imperio y de otras organizaciones criminales en el crimen ocurrido en julio de 2024 en el municipio de Coacalco, Estado de México.
Morales Figueroa, quien fungía como coordinador general de la Unidad de Estrategia Táctica y Operaciones Especiales, fue emboscado y asesinado mientras se encontraba fuera de servicio. Su homicidio conmocionó a las corporaciones de seguridad, dada su trayectoria en operativos contra grupos delictivos de alto impacto.
Durante una declaración pública, Vázquez Camacho señaló que “en el homicidio de nuestro compañero hace poco más de un año participó gente vinculada a esta organización (Nuevo Imperio), como también personas vinculadas a otros grupos delictivos”. Sin embargo, el funcionario evitó especificar qué otras células estarían involucradas.
El cártel Nuevo Imperio es una organización criminal integrada por exmiembros del Cártel de Sinaloa que opera principalmente en la Zona Metropolitana del Valle de México, con actividades relacionadas con extorsión, narcomenudeo y homicidios por encargo.
Nueve detenidos
Las investigaciones encabezadas por autoridades capitalinas y mexiquenses han permitido la detención de al menos nueve personas presuntamente relacionadas con la planeación y ejecución del ataque, entre ellas Raúl “N”, alias “El Rafaca”, y José Manuel “N”, alias “El 16”.
Ambos fueron aprehendidos el 20 de septiembre de 2023 por elementos de la misma unidad que lideraba Morales Figueroa. De acuerdo con los avances del caso, los detenidos habrían gestionado la renta de tres inmuebles en la zona de Lomas de Cocoyoc, en Yautepec, Morelos, donde se realizaron reuniones antes y después del homicidio. Además, se descubrió que “El 16” entregó despensas a los sicarios para facilitar su ocultamiento.
Seguimiento sin “efecto cucaracha”
El titular de la SSC aseguró que las indagatorias continúan en coordinación con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, con el objetivo de identificar a todos los responsables, tanto autores materiales como intelectuales.
Asimismo, descartó que la operación contra estas células genere un “efecto cucaracha”, es decir, el desplazamiento de los delincuentes a otras zonas ante la presión policial. “Seguimos trabajando con estrategia conjunta para evitar la reorganización de estos grupos”, afirmó.