Spotify comenzó a aplicar un nuevo sistema de verificación de edad mediante reconocimiento facial en el Reino Unido, como parte de las exigencias del Online Safety Act, un conjunto de leyes que buscan reforzar la protección de niños y adultos en entornos digitales.
La medida fue anunciada por la plataforma de streaming musical como un primer paso en su estrategia para garantizar que los usuarios accedan únicamente a contenido apropiado para su edad, en concordancia con los esfuerzos regulatorios de la Unión Europea para establecer mecanismos de identificación digital confiables.

Spotify pedirá selfie a usuarios
El sistema utiliza tecnología desarrollada por la empresa británica Yoti, especializada en verificación biométrica. El proceso consiste en que el usuario se tome una selfie, la cual es analizada para estimar su edad. Esta verificación se activa solo cuando se intenta reproducir contenido marcado como +18, es decir, que contiene material explícito, ofensivo, violento o sensible.
De acuerdo con Spotify, si el sistema determina que el usuario tiene menos de 13 años, la cuenta será desactivada y posteriormente eliminada. Si se estima que el usuario tiene entre 13 y 18 años, podrá seguir utilizando la plataforma, pero con restricciones de acceso al contenido para adultos.
En caso de error en la estimación biométrica, los usuarios podrán validar su edad mediante una identificación oficial. Si la verificación no se completa, Spotify notificará al titular de la cuenta por correo electrónico e iniciará un periodo de gracia de 90 días antes de la desactivación definitiva.

¿Se aplicará en otros países?
Por el momento, la medida solo aplica en el Reino Unido y no hay indicios de que vaya a implementarse en México u otros países de América Latina. Sin embargo, especialistas en ciberseguridad y privacidad digital advierten que estos mecanismos podrían extenderse conforme más países adopten leyes similares de seguridad en línea.

La compañía aún no ha informado si planea extender esta tecnología a otros mercados, aunque su adopción en Reino Unido marca un precedente en el uso de reconocimiento facial dentro de plataformas de streaming como medida de control de edad.