La ciudad de Nueva York, famosa por sus exclusivos pisos y el gran interés por conseguir vivienda, a menudo oculta relatos que se transforman en auténticas pesadillas para quienes los habitan. Hace poco, el relato de Carolyn, una mujer de 30 años, ha causado revuelo en las plataformas sociales al describir el espantoso suceso que la llevó a desalojar su residencia de manera apresurada. El punto culminante de este relato no fue solo el desplome del techo, sino lo que llegó junto con ello.
El suceso, que tuvo lugar a finales de julio, se originó con una pequeña grieta en el techo del baño de su piso. Aunque Carolyn comunicó la situación al propietario inmediatamente, la respuesta tardó en llegar. Horas más tarde, mientras Carolyn se preparaba para descansar, un fuerte estruendo proveniente del baño la alarmó. Al encender la luz, presenció cómo el techo se desmoronaba, liberando no solo agua y restos, sino también una pesadilla viviente en movimiento: miles de cucarachas se dispersaron por todo el lugar. “Nunca me había puesto a gritar y llorar tan rápido en mi vida”, admitió la joven.
En medio del pánico, Carolyn corrió hacia el sofá, inmersa en un desorden de polvo, agua y la plaga que había invadido su apartamento. Tomó la decisión de marcharse de inmediato. Dejó todas sus pertenencias, incluyendo su ropa de dormir, para buscar refugio en un hotel cercano. “Tenía miedo de tocar mis cosas”, expresó, relatando el trauma que la mantiene alejada de su hogar.
Los gastos en una ciudad como Nueva York
La historia de Carolyn ha ganado popularidad en TikTok, conectando con otros residentes de Nueva York que han compartido vivencias parecidas, subrayando la susceptibilidad de los inquilinos frente a defectos estructurales y problemas de plagas. Los gastos de hospedarse en un hotel, que superan los USD 180 cada noche, agravan la situación de incertidumbre. Aunque se están llevando a cabo reparaciones y hay un plan de fumigación, el temor sigue presente. Carolyn ha dejado claro su elección: no renovará su contrato de alquiler.