El Gobierno de Estados Unidos ejecutó la mayor operación de incautación de bienes contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, con un valor total que supera los 700 millones de dólares, según informó la fiscal general Pamela Bondi.
Esta acción forma parte de las sanciones vigentes contra el mandatario, quien es señalado por Washington de liderar una organización criminal con nexos con el narcotráfico y el crimen organizado.
Mansiones, yates y autos de lujo entre los bienes confiscados
De acuerdo con la información oficial, los activos incautados incluyen dos yates de lujo, varias mansiones, una de ellas ubicada en la República Dominicana y otras en el estado de Florida, nueve automóviles de alta gama, joyas y dinero en efectivo. Estos bienes habrían sido adquiridos, presuntamente, con recursos obtenidos mediante actividades ilícitas, a través de redes de corrupción vinculadas al poder en Venezuela.
En ese sentido, la fiscal Pamela Bondi calificó al régimen de Maduro como “una organización similar a la mafia”, y afirmó que existe evidencia de su conexión con el Cártel de los Soles, una estructura criminal implicada en el tráfico de drogas.
La mayor recompensa ofrecida por Estados Unidos
En su declaración, Bondi destacó la magnitud de la operación y recordó que “Maduro enfrenta una recompensa de 50 millones de dólares por su captura, la mayor ofrecida por Estados Unidos por un individuo”. Esta cifra refleja la prioridad que representa para la justicia estadounidense la detención del mandatario venezolano, acusado también de violaciones a los derechos humanos y de manipulación electoral.
La confiscación de estos bienes es parte de una ofensiva más amplia que el vecino país del norte ha mantenido contra figuras clave del régimen venezolano, buscando presionar al gobierno venezolano y debilitar su red financiera internacional.