¡Que flojera regresar al trabajo! El verano tiene un lado oculto para las empresas de México: el ataque del Síndrome Post-Vacacional; que no solo existe, sino que enferma a las empresas y se come la productividad de millones de mexicanos.
La directora general del Instituto del Propósito y Bienestar Integral (IPBI) del Tecmilenio, Rosalinda Ballesteros, explicó a Publimetro que tal síndrome es una especie de resaca vacacional que afecta a, por lo menos, 40% de los empleados, quienes necesitan vacaciones, para descansar de las vacaciones.
Reveló que las personas afectadas tardan una semana en reconectarse con el trabajo y tomar el ritmo en sus actividades laborales; además de superar el cansancio y déficit de sueño que les dejaron las fiestas, viajes, comidas, reuniones y cosas que hicieron durante los días de ‘descanso’ del verano.
“El Síndrome Post-Vacacional es un periodo de aclimatación laboral, que provoca cansancio, estrés y problemas de adaptación; que es causado por el cambio de horarios, hábitos de alimentación, horas de sueño y actividades realizadas durante las vacaciones”, dijo Rosalinda Ballesteros.
El problema –apuntó– es que, bajo tales condiciones, las empresas pierden –al menos– cinco días completos de productividad laboral por empleado; cuyo impacto puede multiplicarse, debido a que la indisposición, sueño, estrés y mal humor de los afectados se contagia fácilmente al resto del personal.
¿Cuánto pierden empresas?
La directora del IPBI reveló que las empresas pierden hasta 40 mil millones de pesos anuales por causa del Síndrome Post-Vacacional; con una merma promedio de 109 millones y medio de pesos diarios.
Como lo leíste, la resaca vacacional de los trabajadores mexicanos tiene costos multimillonarios, que alcanzarían para comprar y entregar una despensa de alimentos básicos a 44 millones de familias, tasadas por la Profeco en precio unitario máximo de 910 pesos.
Rosalinda Ballesteros refirió que, para muchas empresas, las pérdidas comienzan desde el momento en que los colaboradores empiezan sus vacaciones, más las mermas generadas en el proceso de adaptación laboral que enfrenan los colaboradores al reincorporarse a sus actividades.
“El número de tareas que se acumularon en esa ausencia se retrasan, esa es una (pérdida); la otra, es que resulta más difícil realizar las tareas cuando vienes con un déficit de horas de sueño… como dice –por ahí– el dicho: se necesitan unas vacaciones para descansar de las vacaciones” concluyó la especialista.
Tips vs. Síndrome Post-Vacacional
El Instituto del Propósito y Bienestar Integral del Tecmilenio recomendó a las empresas:
- Realizar mediciones continuas para cuantificar pérdida de productividad por vacaciones y diseñar respuestas objetivas.
- Planear las ausencias por vacaciones, con el fin de evitar que se acumulen tareas, retrasos y mermas de productividad.
- Promover acuerdos de “pre-regreso” y promover una transición gradual de horarios, que ayuden a la reintegración de los empleados.
- Aplicar políticas de adaptación: telemedicina, apoyo psicológico y módulos de ejercicio que ayuden a bajar el estrés y cansancio de los colaboradores.