El presidente de EE. UU., Donald Trump, envió a la Guardia Nacional a Washington D.C. y es posible que tenga en la mira otras ciudades importantes. Pero ¿podría replicar su intervención en la capital en otros lugares?La llegada de 800 miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos a Washington, D.C., por orden del presidente Donald Trump, ha sido calificada como un "impulso autoritario" por Muriel Bowser, la alcaldesa de la capital del país.
Trump presentó su decisión de involucrar a la Guardia Nacional en Washington y poner a la Policía de la ciudad bajo la supervisión de la fiscal general, Pam Bondi, y el director de la DEA, Terry Cole, como una ofensiva contra la delincuencia. Calificó la medida como "Día de la Liberación" y afirmó que la ciudad necesitaba ser rescatada de "la delincuencia, el derramamiento de sangre, el caos y la miseria".
Donald Trump también mencionó a otras ciudades, entre ellas, a Nueva York, Los Angeles, Chicago y Baltimore, como posibles futuros objetivos, si no abordaran sus propios problemas de delincuencia local.
Sin embargo, datos a nivel nacional muestran que la criminalidad está en su nivel más bajo en 30 años. "Las cifras simplemente no justifican esta medida", declaró la alcaldesa de Washington.
"Si se observan esos datos, se ve cómo la criminalidad está bajando”, dice a DW Laura Dickinson, profesora de Derecho en la Universidad George Washington. "Las autoridades de la ciudad no han pedido ayuda [del presidente], de modo que esto realmente parece, en el mejor de los casos, cuestionable”.
¿Por qué hace esto Donald Trump?
En parte, porque puede. Washington D.C. (que significa Distrito de Columbia) no forma parte de ningún estado de EE. UU. y se encuentra, en gran medida, bajo la jurisdicción del Gobierno federal.
Según la Ley de Autonomía de 1973, los presidentes pueden tomar el control de la Policía de Washington D. C. durante emergencias por 30 días sin la aprobación del Congreso. Y, al ser un enclave federal, el presidente también comanda la Guardia Nacional de la ciudad.
Para algunos expertos, la medida podría ser un intento de distraer de la controversia por los Archivos Epstein y las cifras en aumento del desempleo. La popularidad de Trump también está a la baja.
Los opositores de Trump dentro y fuera del Congreso dicen que la acción está planeada para un preciso control de las ciudades que no apoyan al presidente.
El Caucus Negro del Congreso de Estados Unidos, que no tiene miembros republicanos, también indicó que las ciudades mencionadas por Trump tienen todas el denominador común de estar dirigidas por alcaldes negros, calificando la medida como una "toma de poder descaradamente racista y despreciable".
¿Pueden oponerse al presidente las ciudades y estados demócratas?
El Ejecutivo tiene menos poderes fuera de la capital del país. Los gobernadores de los 50 estados de EE. UU. presiden la Guardia Nacional dentro de sus propias fronteras.
Esta distinción clave, según William Banks, profesor de Derecho de la Universidad de Siracusa, dificultaría enormemente que Trump cumpliera con sus amenazas de extender las intervenciones más allá del enclave federal de Washington D.C.
"No puede ir a Chicago, Filadelfia, Nueva York o Los Ángeles y hacer lo mismo. Simplemente, no tiene la autoridad para hacerlo", subraya Banks a DW.
¿Por qué pudo Trump enviar la Guardia Nacional a Los Ángeles?
"Su argumento es que esas disposiciones son necesarias para garantizar que los manifestantes no destruyan propiedad federal ni perjudiquen al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas(ICE), ni al personal de inmigración que se encuentra allí realizando su trabajo", explica Banks, que añade que "Trump camina allí sobre hielo muy delgado”.
Si bien la Guardia Nacional puede proteger los bienes federales, la Ley Posse Comitatus prohíbe el uso activo del personal militar en la Policía Nacional. En California, un juicio que investiga si el despliegue de la Guardia Nacional infringió esta ley y fue potencialmente inconstitucional concluyó recientemente, y el veredicto aún está pendiente.
Por su parte, Dickinson afirma que el uso de fuerzas militares por parte del Gobierno "podría dañar la credibilidad y el respeto que los estadounidenses tienen por el Ejército y la Guardia Nacional. Estas son algunas de las pocas instituciones en Estados Unidos que gozan de un apoyo bipartidista muy amplio".
¿Qué es probable que suceda a continuación?
El mando federal de la Policía de Washington D. C. finaliza después de 30 días, a menos que el Congreso, de mayoría republicana, apruebe una extensión. La Guardia Nacional puede permanecer activa indefinidamente.
A pesar de las alarmas generadas por los opositores de Trump, quienes califican la medida de una muestra de autoritarismo, Banks prevé que es más probable que se vuelva al statu quo, sobre todo en lo que respecta a las amenazas a otros estados. "No nos gustan los uniformes militares en nuestras calles, ni que mujeres y hombres armados las patrullen".
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