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Gucci, Dior y Louis Vuitton se enfrentan a una crisis de ventas

Con la situación geopolítica actual y la cautela de los compradores de artículos de lujo, ¿podrán los fabricantes de alta gama seguir aumentando los precios? DW

Las cifras de ventas recientes de la industria de artículos personales de lujo muestran que esa industria, que demostró resiliencia tras los confinamientos por la pandemia, se está desacelerando.Fue un mal augurio que algunos atletas comenzaran a devolver sus medallas olímpicas de París 2024 luego de que estas se empezaron a corroer. Fueron diseñadas por Chaumet, una joyería francesa que pertenece a LVMH, un gigante de los artículos de lujo.

A finales de 2022, el valor de mercado de LVMH se disparó y convirtió a Bernard Arnault, su fundador y presidente, en el hombre más rico del mundo. Pero desde entonces, el valor de sus acciones ha experimentado una caída notable.

Tras el auge posterior a la pandemia de COVID-19, el conglomerado de empresas, propietario de 75 marcas como Louis Vuitton, Dior y las joyerías Bulgari y Tiffany, sufre una desaceleración en sus ventas.

Los resultados semestrales, publicados el 24 de julio pasado, muestran una caída del cuatro por ciento en sus ingresos, en comparación con el mismo semestre de 2024. Los beneficios de las operaciones disminuyeron un 15 por ciento y rozaron los 9.000 millones de euros.

Desde LVMH afirmaron que la compañía "mostró una buena resiliencia y mantuvo su potente impulso innovador a pesar de un entorno geopolítico y económico inestable". La demanda en Europa fue sólida y en Estados Unidos se mantuvo estable.

Precios al alza y más exceso de existencias

El grupo de empresas Kering, con sede en París y propietaria de Gucci, Bottega Veneta e Yves Saint Laurent, reportó una caída significativa en las ventas, también durante el primer semestre de este año.

"El lujo está en una espiral descendente", predijo Katharine K. Zarrella en un ensayo publicado en diciembre de 2024 en el New York Times. "Tras una década de crecimiento casi desenfrenado, el sector está en crisis en todo el mundo. Los analistas apuntan a que los compradores con menos recursos están controlando su gasto y se está ralentizando la demanda en China".

Zarrella, editora de moda con amplia experiencia, percibió las señales de la debacle, como el aumento de precios y la mala calidad de los productos. Además, cada vez más marcas venden su exceso de existencias en tiendas con descuentos. Cuanto más omnipresente se vuelve el lujo, menos deseable parece ser.

"Establecimientos antaño venerados que se enorgullecían de su artesanía, su servicio, y de cultivar una clientela exigente y fiel, se han convertido en máquinas de marketing masivo tan elegantes y exclusivas como la tienda de M&M's de Times Square", concluyó.

Los dolorosos aranceles de EE. UU.

La incertidumbre sobre los aranceles es otro dolor de cabeza para esta industria. Actualmente, la administración Trump ha impuesto un arancel del 15 por ciento a los productos de la Unión Europea, y del 39 por ciento a los suizos.

Esto podría tener consecuencias reales para el importante mercado estadounidense. Generalmente, las personas gastan con mayor libertad en artículos personales de lujo cuando ven el futuro con optimismo. Pero estas tarifas podrían subir, bajar, o desaparecer, y nadie sabe qué sucederá.

Compradores chinos, más cautelosos

Mientras que algunas marcas prosperan en China, otras están en una situación muy desfavorable, afirma Imke Wouters, socia de la consultora Oliver Wyman y experta en comercio minorista con 15 años de experiencia en China.

De cara al futuro, Wouters cree que "no es como en los tiempos de auge, cuando a todas las marcas de lujo les iba bien", sino que ahora habrá ganadores y perdedores.

Los aranceles estadounidenses sobre los bienes de lujo europeos no afectarán a los compradores chinos, pero la incertidumbre geopolítica mantiene sus intenciones de compra más cerca de casa.

Anteriormente, los chinos compraban alrededor del 40 por ciento de sus artículos de lujo en China. Debido a que están redescubriendo lo que ofrece su país, Wouters cree que alrededor del 75 por ciento hace sus compras de artículos de lujo allí.

A medida que la economía china atraviesa dificultades, han ido desapareciendo muchos consumidores con ambiciones de compra, y los que quedaron podrían estar menos dispuestos a gastar en bienes de lujo.

Se avecinan más compradores de alto nivel

La industria de los artículos de lujo podría estar enfrentando su mayor revés desde la crisis financiera de 2008-2009, sin contar el impacto de la pandemia de COVID-19, según un nuevo informe de la consultora Bain & Company.

En 2024, las ventas de artículos de lujo cayeron un uno por ciento a nivel mundial, y este año han disminuido aún más. Los analistas de Bain prevén una disminución moderada del dos al cinco por ciento para la industria para finales de año, pero creen que sus perspectivas serán más prometedoras en el futuro.

"El aumento de los ingresos globales, la transferencia de riqueza generacional y un aumento proyectado del 20 por ciento en el número de personas con un alto patrimonio neto ampliarán aún más el grupo de potenciales compradores de lujo", según Claudia D'Arpizio y Federica Levato, de Bain.

Pero, al mismo tiempo, advirtieron que "las marcas deberán replantearse cómo conectar con los consumidores más jóvenes, cómo evitar depender excesivamente de los que más gastan y de qué manera construir conexiones emocionales que vayan más allá de la lealtad transaccional".

(rmr/cp)

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