Tras la polémica que involucra al diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, y a su esposa, Diana Karina Barreras, conocida como “Dato Protegido”, el legislador afirmó que ya explicó de dónde provienen los recursos que les permiten sostener un estilo de vida cuestionado públicamente.
El político respondió a los señalamientos sobre el gasto de su familia en accesorios, prendas y eventos exclusivos, cuyo monto acumulado -según versiones periodísticas- rebasa los 3 millones de pesos. Uno de los episodios más polémicos fue su presencia en una fiesta VIP de la Fórmula 1, donde cada boleto tuvo un valor estimado de 8 mil 500 dólares (alrededor de 153 mil pesos mexicanos).
Gutiérrez Luna asegura que sus ingresos y su trayectoria lo respaldan
Durante una conferencia de prensa el martes 19 de agosto en la Cámara de Diputados, Gutiérrez Luna indicó que las acusaciones en su contra son exageradas y que sus ingresos pueden justificarse con su trayectoria profesional de más de dos décadas, de las cuales 13 años los ha dedicado al litigio privado, además de su labor como servidor público.
“Lo he dicho en varias ocasiones: esas afirmaciones sobre temas que se me atribuyen eran falsas, exageradas, distorsionadas. Tengo 25 años de trabajo, de los cuales 13 los he dedicado al litigio en la práctica privada. También he sido servidor público, y lo que tengo está en mis declaraciones. Todo eso lo he mencionado a varios medios en diferentes momentos y es a lo que me refería cuando me preguntaron otra vez el mismo tema”, afirmó Gutiérrez Luna en conferencia de prensa.
Insiste en que no existe conflicto de interés en sus lujos
Sobre el señalamiento de un posible conflicto de interés por el boleto a la fiesta VIP de la F1, el diputado argumentó que no se trató de beneficios indebidos, sino de una cortesía sin valor comercial. Según dijo, sus bienes y gastos se encuentran reportados en sus declaraciones patrimoniales.
“El conflicto de interés se da cuando alguien puede aceptar algo a cambio de realizar una contraprestación, un favor. En este caso no ha sido así. Ya expliqué que se trataba de un asunto de cortesía, que no tenía un valor comercial. La verdad no sé lo de los costos porque, como digo, no tenía ese señalamiento, y en ese sentido es lo que ya comenté”, sostuvo.
La polémica sobre el estilo de vida del diputado y de su esposa sigue generando críticas en el ámbito político y en redes sociales, donde se cuestiona si los ingresos declarados como funcionarios públicos son suficientes para justificar los gastos de sus lujos exhibidos.