Estados Unidos decidió poner fin a la exención aduanera conocida como “de minimis” —la regla que dejaba pasar sin impuestos las compras internacionales de hasta 800 dólares— a partir del 29 de agosto de 2025. Con esa orden, todos los paquetes que antes entraban “libres” deberán declararse y pagar lo que corresponda.
No es un ajuste menor: se trata de un flujo de más de 1.36 mil millones de paquetes al año, unos 4 millones diarios, que ahora se someterán al cobro y a revisión.
Para entender la magnitud, vale explicar el tecnicismo. “De minimis” es el nombre que en la ley aduanera de Estados Unidos que se usa para permitir la entrada de envíos de bajo valor sin pagar arancel ni impuestos, con trámites simplificados.
Durante años, miles de vendedores en México —desde artesanos hasta pequeñas tiendas en línea— se apoyaron en esa vía para mandar productos a clientes en Texas, California o Nueva York, aprovechando costos bajos y entregas rápidas.
Esa puerta se cierra de tajo con la Orden Ejecutiva 14324, firmada el 30 de julio de 2025, que suspende el “de minimis” para todos los países desde el 29 de agosto.
¿Cómo afectará esta medida a México?
El nuevo esquema distingue entre envíos postales y no postales. Si usas mensajería privada (DHL, FedEx, UPS), el paquete deberá presentarse con una entrada aduanera formal y pagar los aranceles, impuestos y tarifas que apliquen.
Si va por el sistema postal internacional (por ejemplo, Correos de México hacia USPS), durante un periodo transitorio de seis meses se cobrarán los derechos de dos maneras posibles: un porcentaje ad-valorem según la tarifa vigente para el país de origen, o una cuota fija por pieza que va de 80 a 200 dólares. Al terminar ese periodo, quedará solo la modalidad ad-valorem.
Las cartas y documentos no pagan, y los regalos auténticos de hasta 100 dólares siguen exentos.
¿Por qué Donald Trump impuso esta medida?
El cambio llega con un argumento político y de seguridad: la Casa Blanca afirma que el “de minimis” se volvió un agujero para evadir aranceles y colar mercancía riesgosa, desde falsificaciones hasta precursores de fentanilo.
En números, la propia administración estadounidense detalla que el uso de esta vía saltó de 134 millones de paquetes en 2015 a más de 1.36 mil millones en 2024, lo que complica el filtrado y la vigilancia. Más allá del debate, lo cierto es que cada envío de bajo valor cruzará ahora por otro carril, con costos y tiempos diferentes.
Correos de México suspende los envíos por los nuevos impuestos
México ya resiente el primer efecto visible: Correos de México suspendió temporalmente los envíos de paquetes y correspondencia hacia Estados Unidos desde este miércoles 27 de agosto, mientras define cómo cobrará y remitirá esos derechos en el correo internacional.
La Secretaría de Relaciones Exteriores lo confirmó en un comunicado oficial. No es un caso aislado: la Unión Postal Universal reporta operadores en al menos 25 países que frenaron o restringieron sus paquetes a EE. UU. mientras ajustan procesos.
¿Qué significa en la práctica para quien vende desde México?
Si dependías del correo barato para colocar joyería, artesanías o moda de bajo ticket, ese canal queda, por ahora, en pausa; y cuando regrese, un cargo fijo de 80 a 200 dólares por paquete lo haría inviable para artículos económicos si se elige esa metodología.
La alternativa inmediata es migrar a paquetería privada, donde el envío entra con declaración y con cobros formales. En ese carril, lo que encarece o abarata no es un “cargo único” sino la combinación de arancel base, tasas y tarifas de trámite; la clave es documentar bien el producto y su origen.
Aquí entra otra pieza que muchos pasan por alto: el T-MEC (USMCA). Si tu producto cumple reglas de origen del tratado y presentas una certificación de origen (no hay formato único; basta incluir nueve datos mínimos), puedes acceder a preferencia arancelaria en la vía no postal. Eso no elimina otros cargos administrativos, pero reduce a cero el arancel en innumerables partidas, lo que ayuda a contener el precio final y mantener competitiva la venta directa al consumidor en Estados Unidos.

¿Se encarecen productos mexicanos comprados desde Estados Unidos?
Para quienes compran en línea desde México hacia EE. UU. —o al revés— el efecto se sentirá en la cartera y en los plazos. Las plataformas y tiendas que surtían al vecino del norte con envíos pequeños deberán recalibrar precios y logística: consolidar pedidos, mover inventario a bodegas en EE. UU., o acreditar origen T-MEC para bajar arancel base en la vía de mensajería. No es el fin del comercio transfronterizo, pero sí el fin del “envío fácil y baratito” que predominó la última década.