El gobierno de Estados Unidos lanzó una ofensiva contra Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ofreciendo una recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca a su arresto o condena.
El Departamento del Tesoro también impuso sanciones contra Iván y su hermano Jesús Alfredo Guzmán Salazar, ambos identificados como líderes de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa que heredó el control tras la caída de su padre.
Los Chapitos: la facción más violenta del Cártel de Sinaloa
De acuerdo con el gobierno estadounidense, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo están al frente de una organización “hiperviolenta y poderosa”, responsable de gran parte del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Sus redes de producción y distribución controlan laboratorios clandestinos en Sinaloa con acceso a precursores químicos importados desde Asia.
El Departamento del Tesoro señaló que Los Chapitos emplean tácticas de tortura, asesinatos y represión brutal para mantener el control del mercado y eliminar a sus rivales. La Casa Blanca ha catalogado a esta facción como la principal responsable de la epidemia de fentanilo que cobra miles de vidas cada año en territorio estadounidense.
Armados, peligrosos y prófugos
Mientras que Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López ya se encuentran detenidos en Estados Unidos, Iván y Jesús Alfredo permanecen prófugos. En el caso de Iván Archivaldo, su historial incluye una fuga de un operativo en Culiacán, donde logró escapar a través de un túnel durante un fallido intento de captura de fuerzas especiales.
El Departamento de Seguridad Nacional (HSI–ICE) advierte que deben ser considerados “armados y peligrosos” y habilitó la línea 520-335-7315 para recibir información