El titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que a partir del jueves 28 de agosto de 2025 México suspende de manera temporal la importación de calzado terminado.
El secretario de Economía afirmó que la decisión, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), responde a la instrucción de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de detener la entrada de estos productos al país, debido a los daños que estaban generando a la industria nacional.
¿Por qué México dejará de importar calzado?
“Hoy se publica en el Diario Oficial de la Federación el decreto que suspende la importación temporal de calzado terminado que se estaba trayendo a México y que la presidenta ordenó detener porque perjudicaba a la industria nacional. Ya entra en vigor y ya no se puede importar calzado terminado, porque estaba dañando nuestra industria. Con esto cumplimos también ese compromiso”, declaró el secretario de Economía.
La medida tiene como objetivo dar un respiro a los fabricantes nacionales de calzado, quienes durante los últimos años enfrentaron una fuerte competencia por parte de productos extranjeros que, en muchos casos, ingresaban a precios más bajos y dificultaban la permanencia de pequeñas y medianas empresas mexicanas.
La suspensión pretende abrir espacio para que la industria local recupere competitividad y logre consolidarse frente a un mercado que, hasta ahora, estaba dominado por mercancía importada.
¿Cómo afectará a los consumidores que México deje de importar calzado?
Para los consumidores, las repercusiones serán inmediatas, pues es probable que los precios de algunos modelos suban y que la oferta de calzado internacional disminuya, reduciendo la diversidad de opciones en los aparadores.
No obstante, este cambio también abre la puerta a una mayor presencia de marcas mexicanas, que tendrán la oportunidad de posicionarse con diseños, calidad y propuestas más cercanas a los gustos locales.
El desafío será doble, pues mientras los fabricantes deben aprovechar este espacio para innovar y demostrar que pueden cubrir la demanda interna, los consumidores se verán frente a una coyuntura que podría transformar sus hábitos de compra y fortalecer el valor del “hecho en México”.