¿Te sientes insuficiente? Ese sentimiento que parece solo tuyo podría estar saboteando todo: tu carrera, tus relaciones y tu confianza. No es solo un problema emocional; es un enemigo silencioso que se infiltra en tu vida diaria.
Cada vez que dudas de ti mismo, que crees que no alcanzas los estándares impuestos por tu trabajo o la sociedad, estás dejando que la inseguridad decida por ti, reveló el estratega de vida y facilitador de transformación personal Jorge Bolio.
Señaló que los empleos precarios, metas inalcanzables y la constante comparación con otros refuerzan esta narrativa de incapacidad, haciendo que el freno no sea solo emocional, sino estructural.
“¿Cuántos logros hacen falta para sentirse suficiente? Esta pregunta tiene consecuencias reales en el desarrollo profesional de una persona, que se manifiesta en equipos fracturados, líderes que no confían en su criterio, emprendedores que abandonan sus proyectos y relaciones personales deterioradas por la duda constante.
“Detrás de esto hay un mismo origen: la creencia de no ser suficiente. Esta idea, profundamente arraigada en la psique de millones de personas, se ha convertido en un freno silencioso para profesionales, emprendedores y líderes, sin importar su nivel de experiencia o de éxito”, subrayó el especialista.
Impacto invisible
El especialista refirió que, de acuerdo con los datos más recientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en América Latina y el Caribe el empleo es de baja calidad: “la región apenas alcanza 41.2 puntos sobre 100 en el Índice de Mejores Trabajos”.
A eso, refirió, se suman brechas de 16 puntos entre mujeres y hombres. “Cuando el trabajo no dignifica, cuando se normaliza la desigualdad y la precariedad, esto mina la autopercepción y refuerza la narrativa de no ser capaz, suficiente o merecedor. De manera que, lo que parece una inseguridad personal, en realidad es una consecuencia sistémica”.
Puntualizó que, bajo tal escenario, las condiciones laborales disfuncionales, la presión por cumplir estándares inalcanzables y la falta de reconocimiento no solo dañan el desempeño, sino que alimentan esa voz interna que nos cuestiona y señala.
¿Cómo cambiarlo?
Jorge Bolio explicó que la solución al problema descrito no está en acumular más logros, sino en revisar las creencias que te sabotean. La intervención profesional a través de coaching, terapia o procesos de desarrollo humano, ayuda a resignificar experiencias, romper patrones limitantes y construir nuevas narrativas personales y profesionales.
“Ser suficiente no es una meta, es un punto de partida. Cuando el profesional reconoce su valor, deja de trabajar desde la carencia y empieza a construir desde la certeza”, concluyó estratega de vida.