Un giro histórico sacude hoy a Estados Unidos: la Secretaría de Defensa dejará de llamarse así para adoptar un nombre mucho más agresivo y polémico: Secretaría de la Defensa y la Guerra.
La decisión se firma este mismo día y revive una denominación que ya existía en el siglo XVIII, en los orígenes del país. Sin embargo, el contexto actual le da un peso explosivo: la medida ocurre justo después de que Washington confirmara que dos cazas venezolanos se acercaron peligrosamente a buques de guerra estadounidenses en el Mar Caribe.
El presidente firmará la orden ejecutiva este viernes, pero para que el cambio de denominación sea definitivo, debe aprobarse por el Congreso. Mientras tanto, podrá utilizarse este nuevo nombre de forma no oficial.
Trump lo había adelantado
El presidente Donald Trump ya había lanzado la idea en semanas recientes. En su visión, Estados Unidos no puede limitarse a pensar en defensa únicamente “cuando lo atacan”, sino que debe prepararse para proyectar fuerza en cualquier momento y en cualquier parte del mundo.
Un mensaje directo al mundo
La modificación del nombre no es solo un trámite burocrático: es un mensaje político y militar directo. Estados Unidos parece querer dejar claro que está dispuesto no solo a defenderse, sino también a atacar si lo considera necesario.
Este cambio, con el telón de fondo de tensiones con Venezuela en el Caribe, abre una nueva etapa de incertidumbre y riesgo en la región. La palabra “guerra” vuelve oficialmente a la primera línea del poder militar estadounidense.