El Gobierno de México propone un nuevo impuesto a los videojuegos con contenido violento como parte de las modificaciones al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Sin embargo, la justificación detrás de la medida ha despertado polémica: Hacienda citó como sustento un estudio de 2012, al que se refirió como “reciente”, aunque data de hace más de una década y hace referencia a redes sociales ya obsoletas como Hi5 y MySpace.
El plan fiscal: videojuegos, apuestas y nicotina en la mira
De acuerdo con la propuesta, se establecerá un impuesto especial ad valorem del 8% a los servicios digitales que ofrezcan videojuegos violentos, entre los que podría estar títulos de alto impacto comercial como Grand Theft Auto VI.
La medida se incluye junto con otras reformas fiscales, como el incremento de la cuota de bebidas saborizadas (a 3.0818 pesos por litro), el aumento de los gravámenes a productos de tabaco —incluidas las bolsas de nicotina— y un mayor impuesto sobre las apuestas en línea, que pasaría de 30 a 50%.
Según Hacienda, el objetivo de estas modificaciones es “disminuir el consumo de bienes y productos que generan efectos negativos en la salud de la población”, agrupando en la misma lógica a refrescos, tabaco, apuestas y videojuegos violentos.
¿Estudios “recientes” o evidencia desfasada?
El problema radica en la base científica que respalda el impuesto. La Secretaría de Hacienda mencionó como referencia un documento titulado El efecto de los videojuegos en variables sociales, psicológicas y fisiológicas en niños y adolescentes, publicado en la revista española RETOS en 2012. El texto, además de tener más de una década, incluye ejemplos de redes sociales hoy prácticamente extintas como Hi5 y MySpace.
Si bien es cierto que investigaciones más actuales han encontrado cierta relación entre el uso de videojuegos violentos y conductas agresivas, así como efectos sociales negativos como ansiedad o aislamiento, también existen estudios que destacan posibles beneficios como la mejora en la interacción social o en habilidades cognitivas.
La selección de un documento de 2012 como principal justificación para una política fiscal de 2026 genera dudas sobre la solidez de los argumentos.
Con este paquete de medidas, el Gobierno busca incrementar la recaudación bajo un discurso de salud pública. No obstante, el debate sobre el verdadero impacto de los videojuegos violentos en la conducta de los jóvenes sigue abierto, y ahora también entra en juego la controversia sobre qué tan “reciente” es la evidencia que respalda el nuevo impuesto.