La tragedia en Iztapalapa sigue sumando consecuencias humanas y económicas. Hasta ahora, se han confirmado 90 lesionados y seis personas fallecidas tras la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, límite con Chalco.
Autoridades capitalinas advierten que estas cifras podrían incrementarse en cualquier momento, debido a la gravedad de algunos pacientes que presentan quemaduras de hasta el 100% de la superficie corporal.
El costo de una vida quemada
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la atención médica de una persona con quemaduras graves puede costar en promedio 88 mil 218 dólares (estimación de 2014). Si se actualiza esa cifra a 2025 con base en la inflación, el monto asciende a unos 120 mil 382 dólares por paciente.
Si trasladamos este cálculo al caso de Iztapalapa, donde 90 personas resultaron lesionadas, la cuenta hospitalaria podría superar los 10.8 millones de dólares, equivalentes a más de 200 millones de pesos con el tipo de cambio actual (18.52 pesos por dólar).
Qué incluye la atención a pacientes quemados
El gasto no solo contempla la hospitalización prolongada, sino también:
- Cirugías reconstructivas e injertos de piel.
- Atención en unidades de terapia intensiva.
- Traslados aéreos en helicópteros para pacientes críticos.
- Tratamientos de rehabilitación física y psicológica de por vida.
- Uso de medicamentos de alto costo para prevenir infecciones y favorecer la cicatrización.
Expertos en salud pública recuerdan que, en México, instituciones como el Hospital General de Balbuena, el Hospital de Traumatología de Magdalena de las Salinas y clínicas regionales absorben buena parte de estos gastos, pero los recursos son limitados y el proceso de recuperación suele ser largo, costoso y desgastante para las familias.
En tanto, la empresa gasera Transportadora SILZA aseguró que activó tres pólizas de seguro para responder al accidente: una con Chubb Seguros México por uso y manejo de Gas LP, otra con Qualitas por daños a terceros, y una más con AXXA Seguros para transportistas.
Aunque la compañía se comprometió a asumir su responsabilidad social y legal, el costo de la atención hospitalaria —estimado en más de 200 millones de pesos— podría rebasar los montos de cobertura estándar de dichas pólizas, lo que dejaría un vacío importante en la compensación a largo plazo para las familias afectadas.
Una carga social y económica enorme
Las quemaduras de gran magnitud no solo ponen en riesgo la vida inmediata, también generan secuelas de por vida: pérdida de movilidad, amputaciones, dolor crónico, cicatrices incapacitantes y trauma emocional.
La OMS ha señalado que este tipo de lesiones impactan directamente en la calidad de vida del paciente y su entorno, lo que representa además pérdida de productividad y un reto para el sistema de salud.