Tras la trágica explosión de una pipa de gas ocurrida el pasado 10 de septiembre en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México (CDMX), surgieron también gestos de solidaridad que conmovieron a cientos de personas.
Mientras los servicios de emergencia trabajaban intensamente para rescatar a los lesionados, un repartidor de alimentos por aplicación decidió ofrecer ayuda de manera desinteresada a quienes más lo necesitaban en ese momento de caos y desesperación.
“¿Buscas a un familiar? Te llevo de hospital en hospital sin costo”
De acuerdo con fotografías y testimonios difundidos en redes sociales, el joven colocó un cartel escrito a mano que decía: “¿Buscas a un familiar? Te llevo de hospital en hospital sin costo”,para anunciar su disposición a trasladar en su motocicleta a cualquier persona que estuviera buscando a sus seres queridos heridos por la explosión.
La escena ocurrió en las inmediaciones de la Calzada Ignacio Zaragoza, bajo el Puente de La Concordia, cerca de Santa Marta Acatitla, donde decenas de familiares comenzaron a llegar con la esperanza de encontrar información sobre sus seres queridos, muchos de los cuales habían sido trasladados de urgencia a distintos hospitales de la capital.
El gesto del repartidor rápidamente se volvió viral. Usuarios de distintas plataformas digitales lo llenaron de elogios, mensajes de agradecimiento y palabras de aliento, destacando su empatía y humanidad en medio de la tragedia.
Héroe anónimo devuelve la esperanza tras la explosión
Algunos lo llamaron “héroe anónimo” y otros aseguraron que su acción devolvía la esperanza en momentos de profunda tristeza para la comunidad.
“Debemos apelar a eso. México es uno. Basta de divisionismo”, “Es como un curita en el corazón ver que la gente no es indiferente con los hermanos en desgracia... que Dios los bendiga...“, y “México siempre ha sido solidario, siempre estamos para ayudar”, fueron algunos de los comentarios en redes sociales.
Además de este acto, vecinos de Iztapalapa también se solidarizaron con quienes permanecían en el lugar, ofreciendo café, agua, pan y otros alimentos tanto a los familiares de las víctimas como al personal de emergencia que trabajaba en el sitio desde las primeras horas posteriores al siniestro.