El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue condenado este jueves a 27 años y tres meses de cárcel por su implicación en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. El fallo marca un precedente en la historia política y judicial del país.
Bolsonaro, de 70 años, fue declarado culpable de liderar una organización criminal armada que buscaba aferrarse al poder por medios ilegales, incluyendo, según la acusación, un plan para asesinar a Lula, que finalmente no se ejecutó por falta de apoyo militar.
En un juicio calificado como inédito, los magistrados votaron con una mayoría de cuatro a uno a favor de la condena. Junto a Bolsonaro, también fueron sentenciados siete exministros y altos mandos militares.
“Se formó una organización criminal armada integrada por los acusados, que deberán ser condenados por las circunstancias fácticas que considero probadas”, afirmó el juez Cristiano Zanin, quien emitió el último voto.
Reacciones divididas: apoyo, rechazo y tensiones internacionales
Actualmente, Jair Bolsonaro cumple arresto domiciliario desde agosto y no asistió a las audiencias por supuestos problemas de salud. Su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, rechazó la legitimidad del proceso.
“Llaman juicio a un proceso cuyo resultado todo el mundo ya conocía antes de que comenzara”, escribió en la red social X.
Una de las primeras reacciones internacionales provino de Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump calificó el fallo como “muy sorpresivo”, mientras que el secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que el país “responderá en consecuencia” a la “injusta” sentencia.
Trump, fuerte aliado de Bolsonaro durante sus respectivos gobiernos, ya impuso aranceles punitivos a productos brasileños, alegando que existe una “cacería de brujas” contra el exmandatario.