El 10 de septiembre, una pipa de gas LP perteneciente a la empresa Silza explotó mientras transitaba por el Puente de la Concordia, ubicado sobre la Calzada Ignacio Zaragoza, en la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México. El estallido, presuntamente causado por exceso de velocidad, dejó 13 personas fallecidas, 40 hospitalizadas y más de 30 dadas de alta hasta el corte del 13 de septiembre.
Las víctimas fueron, en su mayoría, peatones, estudiantes y trabajadores que transitaban por la zona al momento del accidente. A continuación, se presentan algunas de las historias más documentadas de los fallecidos:
Una de las figuras más conmovedoras fue Alicia Matías Teodoro, de 49 años, checadora de transporte público conocida como la “abuelita heroína”. Protegió a su nieta con el cuerpo durante la explosión, salvándole la vida. Sufrió quemaduras graves y falleció la noche del 12 de septiembre en el hospital Magdalena de las Salinas.
El joven Juan Carlos Sánchez Blas, de 20 años, estudiante del primer semestre en el CECyT 7 “Cuauhtémoc” del Instituto Politécnico Nacional (IPN), fue otra víctima. Apenas llevaba una semana de clases cuando la tragedia lo sorprendió. Falleció el 11 de septiembre tras sufrir quemaduras en el 90% del cuerpo. Sus compañeros le rindieron homenaje con un último “¡Huélum!”.
Estudiantes, trabajadores y héroes anónimos
También falleció Ana Daniela Barragán Ramírez, de 22 años, estudiante de Ingeniería en Alimentos en la FES Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estuvo desaparecida tras la explosión, pero su celular fue hallado por Protección Civil, lo que permitió su identificación. Falleció el 11 de septiembre por quemaduras graves.
Misael Cano Rodríguez, de 57 años, trabajaba en el área de Imagen Urbana de la alcaldía Iztapalapa. Internado en el INR, falleció el 11 de septiembre. Se le reconocía por su compromiso con la mejora de los espacios públicos.
Carlos Iván Contreras Salinas, de 29 años, falleció en el Hospital Regional Zaragoza del ISSSTE. Era un hombre en situación vulnerable, es recordado por su carácter trabajador.
Óscar Rubén Uriel Cisneros Cortés, de 58 años, también falleció en el INR. Originario de Iztapalapa, no resistió las lesiones provocadas por las llamas.
Otro joven, Irving Uriel Carrillo Reyes, conocido como “El Tachi”, de 20 años, murió tras sufrir quemaduras en el 95% del cuerpo. Su familia lo buscó por horas entre hospitales hasta dar con él. Era aficionado al fútbol y jugaba con el equipo “Lobos EFAR”.
Eduardo Noé García Morales, profesor de matemáticas en la Secundaria No. 53 “Adolfo López Mateos”, murió cuando había salido a recoger a su esposa. Fue homenajeado por sus alumnos con un altar y mensajes en su memoria.
Jorge Islas Flores, artista plástico con exposiciones dentro y fuera del país y un mural en Francia, también era trabajador del CECyT 7, falleció el 11 de septiembre en el hospital. Su esposa recibió su cuerpo un día después.
De igual forma, se confirmó el fallecimiento de José Armando Antillón Cresencio, internado en el hospital Magdalena de las Salinas, y Juan Antonio Hernández Betancourt, quien murió en el Hospital General Zona 53 del IMSS.
El caso de Juan Carlos Bonilla Sánchez, de 41 años, fue especialmente triste: iba acompañado de su hijo, Juan Ángel, quien aún se recupera. Ambos habían ido a la Central de Abasto y estaban de regreso a casa en Texcoco, Estado de México.
El más joven entre los fallecidos es José Gabriel Hernández Méndez, de sólo 17 años. Falleció en el Hospital Rubén Leñero.
Investigación en curso y exigencia de justicia
El Gobierno de la Ciudad de México ha ofrecido apoyo psicológico, económico y atención médica gratuita a las familias afectadas, en coordinación con el IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar.
La empresa Silza, propietaria de la pipa, está bajo investigación, ya que su póliza de seguro había vencido en junio de 2025, lo que podría agravar su responsabilidad legal.
Mientras las cifras se actualizan y se investigan a fondo las causas del siniestro, estas historias recuerdan que detrás de cada número hay vidas, familias y comunidades enteras marcadas por la tragedia.