Rafael Caro Quintero compareció en su cuarta audiencia de procedimiento en una corte federal de Brooklyn, donde el juez Frederic Block revisó su petición para modificar las condiciones de reclusión. Aunque se trató de un trámite previo al eventual juicio, la sesión volvió a colocar en primer plano el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en 1985.
De acuerdo con los fiscales, la presentación de pruebas —entre ellas grabaciones del interrogatorio y tortura del agente— confirma que el proceso no se centra en operaciones recientes de narcotráfico, sino en la búsqueda de justicia por aquel crimen. La presencia constante de oficiales de la DEA en cada audiencia ha reforzado esa narrativa.

Enfrentar cadena perpetua
El capo sinaloense, vestido con uniforme color café claro, permaneció serio y sin mostrar reacciones durante la audiencia. En el mismo expediente también está implicado su sobrino, Ismael Quintero Arellano. La próxima comparecencia fue fijada para el 16 de octubre, fecha en que continuarán los preparativos rumbo a juicio.
El caso se desarrolla en el mismo tribunal donde fueron procesados Joaquín “El Chapo” Guzmán y Genaro García Luna, lo que refuerza el peso simbólico de la corte de Brooklyn en los juicios emblemáticos del narcotráfico. De ser hallado culpable, Caro Quintero podría enfrentar cadena perpetua.