Un sismo de magnitud 7.8 sacudió este miércoles la península de Kamchatka, Rusia, según reportó el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). El movimiento telúrico es considerado una réplica del terremoto de magnitud 8.8 ocurrido el 29 de julio de este mismo año, y forma parte de una serie de eventos post-sísmicos que han continuado en la región.
Se trata de la segunda réplica más fuerte registrada hasta ahora, superada sólo por el sismo de magnitud 7.4 del pasado 12 de septiembre. Las autoridades rusas informaron que la amenaza de tsunami se limita a la zona cercana al epicentro, y la probabilidad de daños significativos es baja.
Este tipo de actividad post-sísmica no es inusual. Los especialistas advierten que las réplicas de terremotos de gran magnitud pueden prolongarse durante meses o incluso años.
Un fuerte recordatorio para México
El sismo en Rusia toma relevancia especial en México, donde este 19 de septiembre se conmemoran los aniversarios de los sismos de 1985 y 2017, dos de los más destructivos en la historia reciente del país. Ambos eventos dejaron miles de muertos y una profunda huella en la memoria colectiva.
La coincidencia temporal con el movimiento en Kamchatka sirve como recordatorio de que la actividad sísmica es constante a nivel global, y subraya la importancia de mantener activa la cultura de prevención en zonas de alta sismicidad como la Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero y Puebla.
En México, cada 19 de septiembre se realiza un simulacro nacional para fortalecer los protocolos de protección civil. Este año, tras los recientes movimientos telúricos a nivel internacional, las autoridades han reiterado el llamado a participar activamente.
Aunque el sismo en Rusia no representa un riesgo directo para México, sí reaviva la conciencia sobre la vulnerabilidad ante fenómenos naturales y la necesidad de estar preparados siempre.