La Estela de Luz volvió a colocarse en el centro de la protesta social. Un grupo de nueve activistas de Greenpeace México escalaron el monumento con el fin de exigir la protección de la Selva Maya, una de las regiones naturales más importantes del país y que actualmente enfrenta devastación.
Una manta de 27 metros y un leopardo como símbolo
Vestidos con atuendos naranjas, los escaladores iniciaron el ascenso alrededor de las 6:00 horas y desplegaron una manta de 27 metros con el mensaje: “La Selva Maya Grita”, acompañada de la imagen de un leopardo. Otro grupo de la organización acordonó la base del monumento y mostró carteles con frases que evidencian la destrucción que vive la región.
Greenpeace subrayó que esta es una acción directa no violenta para recordar que “lo que sucede en la Selva no se queda en la Selva”, e hicieron un llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que cumpla con su deber de proteger la zona.
Seguridad en el área y tensión en el ambiente
La Estela de Luz, con sus 104 metros de altura, se convirtió en escenario de la escalada ambiental. Los activistas planean alcanzar los 70 metros de la estructura como parte de la protesta.
En la zona ya se desplegaron cuerpos de seguridad que vigilan el acto, lo que aumenta la expectativa sobre una posible confrontación.