Mauricio Fernández Garza, alcalde con licencia de San Pedro Garza García y figura emblemática de la política en Nuevo León, falleció la madrugada del martes 23 de septiembre de 2025 a los 75 años de edad.
La noticia se confirmó como información de última hora, apenas una semana después de que solicitara licencia para retirarse del cargo debido al grave deterioro de su salud.
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Cáncer pulmonar, la enfermedad que lo debilitó
La causa de muerte de Mauricio Fernández fue un cáncer de pulmón tipo mesotelioma pleural, una enfermedad poco común pero muy agresiva que afecta la membrana que recubre los pulmones.
Fernández había revelado públicamente su diagnóstico a principios de este año, explicando que ya era la tercera vez que enfrentaba el cáncer. Su estado físico se había deteriorado rápidamente, obligándolo a usar oxígeno y silla de ruedas en sus últimas apariciones públicas.
Sus últimos días en la política
El 15 de septiembre, Fernández pidió licencia temporal del cargo de alcalde, válida del 16 al 28, con la intención de reincorporarse para presentar su Informe de Gobierno el 30 de septiembre y renunciar de manera definitiva el 1 de octubre. Sin embargo, su fallecimiento ocurrió antes de que pudiera concretar ese plan, sorprendiendo a la ciudadanía y a la clase política.
Una figura polémica e influyente
Fernández Garza fue alcalde de San Pedro en cuatro periodos distintos y también se desempeñó como senador de la República.
Conocido por su estilo directo y confrontativo, combinó su vida política con actividades empresariales y culturales, siendo un apasionado coleccionista de arte. Su figura generó apoyos firmes entre sectores ciudadanos, pero también críticas por su manera de gobernar y de expresarse sin filtros.
Reacciones y sucesión en San Pedro
El fallecimiento de Mauricio Fernández deja un vacío político en San Pedro Garza García, considerado el municipio más rico del país.
La administración municipal deberá definir la sucesión tras su ausencia definitiva, mientras que las reacciones de políticos locales y nacionales comienzan a multiplicarse, destacando tanto su legado como la complejidad de su personalidad pública.