La digitalización y teletrabajo ya transformaron los esquemas laborales en México, pero también trajeron un costo silencioso: un deterioro en la salud mental de millones de personas de todas las edades.
Un reporte especial de la plataforma integral de salud Betterfly reveló que 75% de los empleados en México está en riesgo de hiperconectividad, un fenómeno que elevó en 45% los niveles de estrés laboral.
Señaló que la saturación digital no aparece de forma abrupta, pero genera agotamiento progresivo, errores frecuentes, baja concentración e irritabilidad, síntomas que se agravan progresivamente.
La empresa reveló que, de acuerdo con cifras la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), 61% de los trabajadores remotos reconoce sentirse solo y desconectado, un síntoma que deteriora la cohesión interna y la motivación colectiva.
Refirió que más de 40% de los empleados ya manifiesta síntomas de ansiedad o depresión, afectados por la falta de límites entre la vida personal y profesional. Este agotamiento impacta directamente la productividad: acudir a trabajar sin la capacidad real de producir se vuelve cada vez más común.
Salud mental eleva productividad
Betterfly indicó que, frente a la realidad descrita, surge la opción de invertir en programas de salud mental, los cuales generan resultados claros: hasta 40% más productividad, 50% menos ausentismo y una recuperación de entre 4 y 5 pesos por cada peso invertido.
La Head of Marketing de Betterfly, Lina Vanegas, destacó que estar siempre conectados no equivale a ser más productivos. “El reto está en aprender a utilizar la tecnología a nuestro favor, con políticas claras de desconexión y espacios seguros que protejan la salud mental de los equipos”.
Refirió que la saturación digital no aparece de manera abrupta, sino como un proceso acumulativo; se manifiesta en errores frecuentes, baja concentración, irritabilidad, aislamiento del equipo y agotamiento físico.
“El impacto silencioso no es visible a simple vista: detrás de la productividad perdida se esconden signos como la indiferencia, fuga de energía e incapacidad de desconectarse mentalmente después de la jornada”, concluyó.