En Durango, la muerte de Paloma Nicole, una adolescente de 14 años descrita por su padre, Carlos Saíd Arellano, como una niña “feliz con su cuerpo, feliz con su sonrisa, feliz con la vida”, ha desatado indignación y un clamor por justicia.
Paloma, estudiante destacada del Colegio Anglo-Español y capitana de voleibol, falleció el 20 de septiembre tras complicaciones derivadas de una liposucción, implantes mamarios y lipotransferencia a glúteos, procedimientos realizados sin el conocimiento ni consentimiento de su padre.
La tragedia, ocurrida en el Hospital Santa María de Durango, involucra al cirujano plástico Víctor Manuel Rosales Galindo y a la madre de la menor, Paloma Escobedo, quien habría autorizado las cirugías a pesar de que Paloma tenía Covid.
Un engaño mortal en el quirófano
Carlos Saíd Arellano, en una entrevista con Octavio Arroyo “Mister Doctor” en el podcast Diagnóstico, narró cómo la madre de Paloma le ocultó la verdad. El 12 de septiembre, tras una prueba positiva de Covid, la madre pretextó que llevaría a la niña a la sierra, donde no había señal, para justificar la incomunicación durante el fin de semana.
Sin embargo, el 13 de septiembre, Paloma fue sometida a las cirugías estéticas. Carlos fue notificado el 15 de septiembre que su hija estaba grave en terapia intensiva, entubada y en coma inducido, supuestamente por un paro respiratorio causado por el Covid que inflamó su cerebro. “Me devasté, me derrumbé, sin saber por qué estaba así”, relató Carlos.
Durante los días en el hospital, Paloma permaneció cubierta con sábanas y almohadas, lo que ocultaba los signos de la cirugía. Sólo tras su fallecimiento, el 20 de septiembre, Carlos notó un corpiño quirúrgico en el cuerpo de su hija, lo que despertó sus sospechas. “Si era un problema del cerebro, ¿por qué traía eso?”, cuestionó.
El certificado de defunción, entregado en apenas 5-10 minutos, omitió las cirugías y atribuyó la muerte a complicaciones respiratorias por Covid, un hecho que Arroyo calificó como indicio de encubrimiento.
Negligencias y posibles influencias
La investigación, liderada por la Fiscalía General de Justicia de Durango, apunta a homicidio culposo contra Paloma Escobedo y el cirujano Rosales Galindo. Mr. Doctor denunció que éste último, certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, carece de formación pediátrica, necesaria para operar a menores.
Además, señaló la actitud “altiva” del cirujano al presentarse en la fiscalía, posiblemente respaldado por su padre, Víctor Manuel Rosales Leiva, exjuez de la Suprema Corte de Justicia de Durango, recientemente jubilado. “La justicia en México muchas veces está apadrinada por lazos y palancas”, advirtió Arroyo, prometiendo que el caso no quedará en la impunidad.
Otro punto alarmante es la participación de Paloma Escobedo, la madre, quien, sin formación médica, se hacía pasar por “doctora” o “enfermera” y participaba en quirófanos junto a Rosales Galindo y otros médicos. En fotos, el creador de contenido mostró a Escobedo en entornos quirúrgicos, acusando a los profesionales de salud de complicidad por permitir su presencia.
“Es una negligencia que una persona sin preparación médica entre a quirófano”, afirmó, instando a otras posibles víctimas de Rosales Galindo a denunciar.
Por su parte, el padre de la menor exigió cárcel para los responsables: “Que paguen con cárcel por lo que le hicieron a mi niña”. La madre y su pareja desaparecieron tras el funeral, al que no asistieron, mientras la comunidad de Durango, apoyada por mensajes de todo México, respalda la lucha de Carlos.
La necropsia, cuyos resultados se esperan entre 10 y 15 días, será clave para determinar las causas exactas de la muerte y sustentar la denuncia.
Un llamado nacional por justicia
El caso de Paloma Nicole ha trascendido Durango, con miles de menciones en redes sociales y cobertura en medios nacionales. Mr Doctor, quien ofrece apoyo legal a Carlos, pidió compartir la historia para presionar a las autoridades y evitar que influencias políticas obstruyan la justicia.
“Esto no se quedará como una simple noticia”, aseguró, comprometiéndose a dar seguimiento al caso hasta que los culpables enfrenten consecuencias.