Un motín ocurrido durante la madrugada de este jueves en la cárcel de Esmeraldas en Ecuador, dejó al menos 17 reclusos muertos, de acuerdo con reportes preliminares de la Policía citados por el portal Primicias.
El informe policial difundido la mañana del 25 de septiembre indicó que el enfrentamiento se originó por una orden externa del grupo Los Tiguerones, que habrían instruido a sus miembros atacar a integrantes de Los Lobos y Los Choneros.
La riña comenzó cerca de las 03:00 hora local, tras la supuesta muerte de un interno en el pabellón C. Al intentar confirmar el hecho, un agente penitenciario fue reducido y desarmado, lo que facilitó la apertura de celdas y el inicio de la revuelta.
El modus operandi descrito por las autoridades es similar al registrado tres días antes en la cárcel de Machala, donde una disputa entre bandas dejó 14 muertos, incluidos 13 reos y un guardia.
Escenas de violencia extrema
Videos difundidos en redes sociales y verificados por la AFP muestran cuerpos ensangrentados y decapitados en los patios del penal, algunos atados de los tobillos con cinta amarilla. El SNAI informó que los internos usaron armas de fuego y armas blancas durante el enfrentamiento, mientras que un soldado resultó herido.
Con este nuevo episodio, la cifra de reclusos muertos en hechos violentos en cárceles ecuatorianas asciende a 30 en solo tres días.
Familiares de los internos llegaron desde primeras horas a las inmediaciones del penal para exigir información. “Hay mujeres que desde las cinco y media de la mañana se botaron a las calles aquí a preguntar por sus familiares”, relató una testigo que pidió anonimato.
Las Fuerzas Armadas de Ecuador confirmaron que el orden fue restablecido pasadas las 14:00 horas locales. Sin embargo, se mantienen desplegados policías y militares alrededor de la prisión para contener a la multitud y evitar nuevos disturbios.
Crisis carcelaria en Ecuador
La cárcel de Esmeraldas tiene capacidad para 1,100 reos, pero alberga alrededor de 1,500. El hacinamiento, la falta de control estatal y la disputa de territorios entre bandas del narcotráfico han convertido las prisiones en escenarios de masacres.
Desde 2021, más de 500 internos han muerto en enfrentamientos similares, siendo la mayor matanza la ocurrida en Guayaquil ese mismo año, donde más de 100 reclusos fueron asesinados.
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, principales productores de cocaína, se ha convertido en punto estratégico para el narcotráfico internacional. Ese papel ha fortalecido a las organizaciones criminales dentro y fuera de las cárceles, debilitando la capacidad de control de las autoridades