La noche del 23 de septiembre, la nutrióloga Daniela Julieth Ríos Grajeda, de 24 años, fue asesinada dentro de su domicilio en la colonia Paseos del Sol, en Zapopan, Jalisco. El presunto responsable, detenido en el lugar, declaró que una canción de Black Metal lo “obligó” a cometer el crimen.
De acuerdo con reportes policiales, el agresor —vestido completamente de negro y portando una capa— ingresó a la vivienda armado con un cuchillo táctico. Tras un forcejeo, atacó a la joven en repetidas ocasiones hasta privarla de la vida. Los gritos de auxilio alertaron a vecinos, quienes llamaron a las autoridades.
El sujeto intentó huir rompiendo una ventana, resultando herido, pero fue detenido minutos después con el arma homicida en su poder.

Influenciado por el Black Metal
En sus primeras declaraciones, el detenido aseguró que su crimen estuvo “inspirado” por letras y símbolos asociados al black metal, un género musical nacido en Escandinavia en los años ochenta y que, a lo largo de su historia, ha estado envuelto en polémicas por el uso de imágenes violentas, alusiones al satanismo y episodios protagonizados por fanáticos que lo llevaron al extremo.
Expertos en cultura y música han advertido que no se puede responsabilizar al género en sí mismo, sino a la forma en que algunas personas interpretan sus contenidos en contextos de vulnerabilidad emocional o mental.
Colectivos feministas piden justicia
El fiscal de Jalisco, Salvador González de los Santos, calificó el hecho como “un acto de violencia irracional” y subrayó que no existía relación aparente entre la víctima y el atacante, aunque algunos medios locales reportaron lo contrario.
“Es un joven que al parecer estaba bajo los efectos del alcohol, que estaba escuchando música y según eso escuchó que tenía que privar de la vida a alguien. Es un hecho muy lamentable porque esta joven se encontraba en su casa”, declaró.
El asesinato provocó indignación entre la comunidad universitaria y deportiva. La Universidad de Guadalajara, de la que Daniela era recién egresada, emitió un comunicado condenando el feminicidio y exigiendo justicia con perspectiva de género. Por su parte, el Fitness Club Gym, donde trabajaba, despidió a la joven destacando su disciplina y entrega.

El crimen reavivó el debate sobre la violencia contra las mujeres y el papel de la salud mental, luego de que el agresor atribuyera su acción a la influencia de la música extrema.
La Fiscalía de Jalisco mantiene abierta la investigación para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad legal del detenido, mientras colectivos feministas demandan que el caso no quede impune.