El festival de cerveza más grande del mundo fue interrumpido de manera inesperada este miércoles 1 de octubre, cuando las autoridades de Múnich ordenaron el cierre del recinto ferial del Oktoberfest tras recibir una amenaza de bomba vinculada a una explosión mortal ocurrida en una vivienda.
La policía alemana informó que una persona murió y otra se encuentra desaparecida luego de que una casa al norte de la ciudad fuera incendiada intencionalmente y cargada con explosivos. En el lugar se hallaron dispositivos de tipo trampa, lo que elevó la alerta de seguridad.
Operativo en el corazón del Oktoberfest
El cierre del Theresienwiese, recinto oficial del Oktoberfest, fue decretado como medida de precaución tras encontrarse una carta amenazante en la vivienda siniestrada. Dicha misiva hacía referencia directa al festival, lo que obligó a las autoridades a evacuar la zona y realizar una inspección con perros y expertos en explosivos.
De acuerdo con la policía, hasta el momento no se han encontrado artefactos en el área del festival y no existe un peligro inminente para los visitantes. Aun así, el operativo generó incertidumbre entre los asistentes y obligó a retrasar temporalmente las celebraciones.
Festival bajo la sombra de la seguridad
El Oktoberfest atrae cada año a millones de turistas de todo el mundo y, por su magnitud, se mantiene bajo estrictos protocolos de vigilancia. La amenaza actual revive los temores sobre la seguridad en eventos masivos, especialmente en Alemania, donde el festival ya fue escenario de un atentado en 1980 que dejó 13 muertos.
Aunque la policía señala que el incidente parece estar relacionado con una disputa familiar y no con un ataque terrorista organizado, la decisión de cerrar el recinto muestra la prioridad de las autoridades en garantizar la protección de los visitantes.